Arte etéreo

Capítulo 42

Para mí gran alivio y el de los demás, tuve suerte y mi corazón no salió tan dañado como esperaban, lo cual significa que no tuve que someterme a ninguna cirugía riesgosa.

Claro que el tratamiento era pesado y exigente, pero con la ayuda de Marco todo era mucho más fácil. Sin mencionar el enorme apoyo que recibí por parte de Sophie y mis amigos y profesores de la universidad, quien verdaderamente me habían tomado cariño porque no dejaban de enviarme mensajes y obsequios cada semana para animarme.

Muchos de ellos querían que continuara con la carrera una vez que mi situación se haya estabilizado, pero la verdad es que yo había perdido completamente el interés en la ingeniería debido al exigente estudio que esta requería. No sé qué demonios deseo hacer en realidad, pero intento no preocuparme por ello aún. Ya que tanto Marco como yo estamos a la deriva, pensamos que sería muy bueno para ambos buscar opciones nuevamente pero que cumplan con nuestras expectativas.

¡Ah! Ginny también vino a visitarme muchas veces al hospital. Estaba enterada de lo sucedido entre Jude y yo, pero a pesar de todo ella no pensaba que yo tuviera toda la culpa de lo sucedido. Le rogué que no mencionara a su hermano nada respecto a lo que yo estaba pasando, aún que me parece que quizás a estas alturas de su vida realmente no le importe demasiado, y afortunadamente ella me confirmó que no lo iba a hacer. Es una muy buena chica.

Claro que no le parecía nada justo ni agradable, pero comprendía que esa decisión no era suya totalmente y con eso basta.

Luego de varios meses realmente duros y agotadores, finalmente pude volver a casa. Aún no estaba en condiciones de salir a pasear o manejarme por mí misma hacia donde sea. Debía mantener reposo en cama la mayor parte del día y caminar cada cierto tiempo por la habitación; todo bajo la supervisión de Marco. Era terrible tener que depender aún de ciertos medicamentos y verme completamente probada de disfrutar esos pequeños placeres de la vida que se llaman: sal, azúcar, frituras, sodas, grasas, etc. Han eliminado por completo de mi vida la basura que tanto adoro comer, hasta que definitivamente yo me encuentre en buen estado físico.

No significa que vaya a poder comer todas las porquerías que tanto me gustaban comer antes, pero de vez en cuando un pequeño gusto es posible siempre y cuando tenga mis medicamentos al día.

¡Definitivamente voy a vivir! Quizás no para siempre, pero por lo menos más de lo que pensé. El próximo año seguramente ya estaré retomando mi vida una vez más. No sé en donde, porque realmente no deseo pasar más tiempo en California. Aún no he olvidado a Jude, y sea como sea me hace daño estar aquí porque no puedo evitar recordar todo lo que vivimos ni lo estúpida que fui al dejarlo ir.

A veces me pregunto si él se acordará de mí o pensará en mí de una buena forma. Si al igual que yo sonríe cada vez que recuerda los momentos tan divertidos y especiales que pasamos juntos, o en realidad lo único que siente es rencor y despecho hacia mí...

En las noches sueño muchas veces que voy a buscarlo y me rechaza por completo, que no desea verme ni en dibujo. Ver su rostro lleno de odio me obliga a despertar rápidamente a la mitad de la noche y siento ganas de llorar porque yo aún lo quiero. Nada ni nadie me lo va a sacar del corazón tan fácilmente, porque no existe nadie en el mundo que lo pueda igualar de alguna u otra forma. No existe ningún otro chico con sus bellas cualidades capaz de conquistarme de la manera que lo hizo él, y jamás existirá.

El único que quizás llegue a poseer ciertas similitudes es Luka, pero no puedo verlo como alguien más que un hermano y un muy buen amigo que se comportó de maravilla mientras yo estuve internada. Él sí me visitaba constantemente; mucho más que Lucy a decir verdad, porque ella aún sigue de novia con Toby. Creo que en esa relación hay mucho más de lo que parecía en un principio...

Al igual que Marco, Luka se convirtió en un enorme apoyo y ánimo para mí recuperación. Casi todos los meses me obsequia un cuadro diferente. Todos eran muy coloridos porque él decía que eso me levantaría el animo y me ayudaría a ser mucho más positiva ante la situación; y vaya que tuvo toda la razón.

Lastimosamente ahora ya no puede venir a verme. Ha conseguido exponer algunas de sus obras en una galería de artes en New York, por lo que tuvo que mudarse hace muy poco tiempo. Aún nos mantenemos en contacto por teléfono, pero ya no es lo mismo.

Tarde o temprano, todos se van. Yo también pienso irme, pero sin importar cuán lejos esté no voy a olvidar a todas las personas que he conocido durante todo este tiempo y me han demostrado su cariño y aprecio. ¡Incluso la profesora de filosofía! La señora Margo, a quien creí haberle caído mal desde un principio en realidad ella me visitó una vez para decirme cuánto lamentaba que yo no hubiese llegado a concluir con mis estudios, porque desde el primer momento que me vio en su clase sintió que yo tenía mucho potencial para ser la mejor. Se comportaba de una manera bastante dura y severa conmigo porque debido a su personalidad para ella el exigirme más y ser brusca conmigo me serviría para no perder la cabeza y mantenerme en pie. Admitió haber exagerado un tanto al respecto, pero yo ya olvidé por completo cualquier problema que hubo entre nosotras y le aseguré de que me mantendría en contacto con ella también por si necesitaba alguna vez de su ayuda o de cualquier otro de mis profesores.

Jamás pensé que yo era tan agradable. Siempre me consideré una amargada y odiosa para con los demás, pero veo que gracias a mis modales e inteligencia en realidad parecía ser todo lo contrario. Eso me alegra mucho, porque al parecer no hice las cosas tan mal después de todo. Lo único que está mal en mi ahora, es no saber que es lo que quiero en realidad. He vuelto al principio otra vez...