Arte etéreo

Capítulo 32

¡Por supuesto! Ahora ya hay una explicación lógica para el por qué me he estado comportando de manera emocional últimamente. Malditos días femeninos...

No es que en realidad no me haya sentido tan conmovida por todo lo que Jey me dio, pero yo no suelo llorar de esa forma... No me estoy justificando. La verdad es que no me gusta llorar, me hace sentir ridícula de alguna forma. Afortunadamente él fue el único que me vio hacerlo y eso me sirve de consuelo... digamos.

En fin; Jey y yo no aparecimos hasta la hora del almuerzo, cuando Marco nos reclamó muy enfadado por qué no habíamos aparecido para ayudarlo en la cocina junto a la abuela. Le expliqué que había estado mostrándole la Villa a Jude, y nos entretuvimos en el establo con Paul (mentira). La nonna no se sintió ofendida en los más mínimo, es más creo que me felicitó por lo bajo mientras mi hermano no nos observaba. Ella seguramente ya sabe que en realidad no estuvimos allí durante toda la mañana. Sophie debió haberle contado algo.

A pesar de nuestras convincentes excusas, creo que Marco ha comenzado a sospechar algo ya que durante el resto del día hizo hasta lo imposible por mantener a Jey alejado de mí. No nos volvimos a ver hasta la tarde noche cuando la abuela nos llamó para que ambos la ayudáramos a preparar la cena. Me hubiese gustado poder pasar mucho más tiempo con él a decir verdad, pero esas eran las únicas ocasiones en las que podíamos vernos; durante el desayuno, el almuerzo y la cena, y quizás un par de veces más cuando ambos ayudábamos en la cocina. Pero creo que no puedo quejarme, ya que es necesario no desaparecer de la misma manera que el primer día otra vez o de lo contrario las sospechas de muchos se confirmarán y habrán problemas...

Después de él primer día, nonna llegó a amar por completo a Jey. Y ¿Cómo no hacerlo? A ella le gusta que los demás hagan las cosas tal cual ella dice, y Jude obedecía al pie de la letra. ¡Además es bastante bueno para cocinar! Yo pensé que vivía de comida chatarra y alimentos congelados para microondas ya que, al igual que yo, no suele tener mucho tiempo para prepararse algo de comer. Pero evidentemente me ha demostrado que tiene habilidad para la cocina. A la hora de picar verduras tuve que entregarle todo a él, porque en eso era mucho más cuidadoso y prolijo que yo. Desgraciado...

Respecto al comportamiento de mis queridas primas, mis sospechas fueron totalmente confirmadas desde el primer momento que ellas lo vieron pasar su tiempo lejos de mí. Y no solo Licia quien es la única soltera, sino también las demás incluyendo a las novias de mis primos. Ellos comenzaron a odiarlo por eso. Jude en realidad no se demostraba muy interesado en darles conversación a ninguna de ellas, pero es demasiado educado como para alejarlas de él y negarse a darles conversación.

Admito que más de una vez sentí como si un monstruo fuera a apoderarse de mí, animándome a ser yo quien las apartase de él y obligase a dejarlo en paz de una vez por todas. Una tarde estuve a punto de acercarme a Licia para estropear su nuevo rostro resultado de cinco cirugías plásticas por haberse aferrado al brazo de Jude, y a pesar de todos los intentos del chico de liberarse de ella, la muy maldita se negaba a dejarlo ir. Lo único que me calmó al ver eso, fue el gracioso comentario de mi hermano a continuación.

- Pobre. Lo salvaría ahora mismo, pero el desgraciado y yo apostamos a que no iba a durar más de una hora soportando a Licia. - Soltó una carcajada malvada, lo cual hizo que mi semblante mejorara casi de inmediato, animándome a reír con él.

- ¿Tú crees que ella lo conquiste? -Bromeé descaradamente. Ya sé cuál es la respuesta por parte de mi hermano, pero de todas formas necesito oírlo.

- ¿Jude y Licia? Primero podría apostar a que ese hombre acabará rogando a nuestra hermana una cita, lo cual tú y yo sabemos muy bien que ni en un millón de años sucederá. Es por eso que me cae bien. - Colocó un brazo al rededor de mi cuello y me obsequió una sonrisa divertida.