Después de comer todos se dirigieron rápidamente al gran patio que los sirvientes prepararon con luces brillantes y decoraciones llamativas para recibir el nuevo año. Estaban a punto de ser las doce. Pero yo no deseaba salir.
Incluso Marco me ánimo a pararnos allí afuera para ver los fuegos artificiales, pero yo solamente deseaba quedarme a observarlos a todos desde la gran puerta que conectaba el patio con la casa. Quería verlos a ellos recibir el año, porque para mí eso era una estupidez. No importa si un año acaba y otro más comienza. Todos los días tenemos la oportunidad de cambiar y crecer en alguna forma. Al igual que eso de besarse a las 00:00 horas, me parece una ridiculez.
- Nos quedan treinta segundos, Reina. - Dijo Jey a mi oído, logrando que diera un salto debido al susto.
- No seas ridículo, Hall. A poco tú también acostumbras a hacer eso todos los años. - Levanté una ceja curiosa, y él soltó una risa divertida por ello.
- En realidad siempre suelo besar a mi madre. No necesariamente lo hago solo porque un nuevo año esté por comenzar, sino porque adoro tener una excusa para demostrarle a alguien que amo, que tan grande es mi afecto por esa persona.
- ¡Jey! ¿Donde está Jey? - Oímos a Licia buscar desesperadamente a Jude al ver que faltaban apenas cinco segundos.
- Corre. - Lo tomé de la mano y rápidamente salimos de allí. Desparecidos ante la vista de todo el mundo, y después de eso oímos a todos gritar recibiendo el año muy animadamente.
Fuego artificiales se podían oír explotando en el cielo. No por parte nuestra, ya que a mis abuelos no les agrada. Yo también los detesto debido al daño que le hacen a los animales y al medio ambiente, pero otras personas a varios kilómetros sí acostumbran adornar el cielo con esas luces y yo deseo verlos.
Llevé a Jey hacia el patio que se encuentra en la entrada de casa. Allí no había nadie ni lo iba a haber, por eso aproveché el momento y me lancé a sus brazos para besarlo como también desee hacerlo durante todo este tiempo. Fui correspondida magníficamente por él, por lo que creo que de ahora en más no me molestaría en lo más mínimo seguir esa estúpida costumbre de besar a alguien en año nuevo, siempre y cuando sea con él, claro...
- Feliz año. - Dijo él fingiendo un exagerado entusiasmo, como si realmente le importara.
- Eres estúpido. -Solté una carcajada divertida antes de volverlo a besar.
- Bueno, hay que buscar alguna excusa para celebrar los pocos días que nos quedan por disfrutar. Cuando volvamos a la universidad, desearás haber aprovechado cada segundo.
- Lo estoy haciendo. ¿No lo vez? - Quise volver a tomar su rostro entre mis manos, pero la voz de Marco me lo impidió. Nos estaba buscando, por lo que tuvimos que separarnos bastante uno del otro y fingir que simplemente admirábamos como destellaban los fuegos artificiales en el cielo.
- ¿Qué están haciendo aquí? -Preguntó extrañado cuando nos encontró. Nos habíamos sentado junto a la gran fuente de agua que adorna la entrada, y manteniendo una respetuosa distancia entre nosotros fingimos mantener nuestra vista en el cielo.
- No quería formar parte de tanto escándalo y demostraciones de afecto colectivo, y Jey está huyendo de Licia para evitar que ella lo bese así que decidimos venir aquí para admira los fuegos artificiales. ¿Porqué? -Expliqué de manera convincente, por lo que él no se molestó y decidió sentarse entre nosotros para acompañarnos.
- Felices vacaciones, hermanita.- Tomó mi rostro y depositó un baboso beso sobre mi mejilla, obligándome a empujarlo con fuerza para que se alejara de mí. Es una lástima para él que mi primer beso del año me lo haya dado alguien más esta vez...
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Arte etéreo
RomanceQuizás ella no sea la típica chica nerd que se enamora del más sexy del instituto; o la "don nadie" que de un día para otro se convierte el en centro del universo; o el pobre patito feo que al quitarse sus gruesos lentes de aumento se convierte en u...