Capítulo 27

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El lunes por la mañana desperté temprano y de un excelente humor porque Jey pasará por mí desde hoy para ir a la Universidad. Marco no tiene idea de nada, ni de eso ni de los tatuajes que Sophie y yo nos hicimos, y tampoco es conveniente que se entere de ello por ahora.

Jey y yo acordamos que no nos encontramos en una relación formal actualmente, sino más bien como en una especie de "período" en donde aprovechamos cada momento para conocernos mejor. De esta forma, nadie descuida sus responsabilidades ni nos distraemos al momento de darle prioridad a los estudios.

Esa mañana mientras desayunaba, me llegó un mensaje de Jey donde me enviaba una foto del cuadro en el que estamos trabajando juntos. Él ha comenzado a pintarlo, y debo admitir que con lo poco que va haciendo se ve que será una pintura impresionante. Después de eso me envió un mensaje escrito donde decía:...

-Creo que la mano izquierda necesita un detalle. ¿Te has dado cuenta? -Y después de ello envió nuevamente otra foto en donde pude divisar un número II en su muñeca, exactamente en el mismo lugar que el mío.

- Perfecto. -Respondí con una enorme sonrisa en mi rostro, y justo en el momento en que pensaba enviar un emogi de una cariña guiñando un ojo, alguien me arrebató el teléfono de mis manos para ver mis mensajes.

Por un momento pensé que había sido Marco y mi corazón de encogió dolorosamente, pero al girarme me topé con una maldita curiosa que observaba mis mensajes con una sonrisa burlista dibujada en su rostro.

- ¿J.H.? ¿Por qué se me hacen conocida esas iniciales? - Comentó divertida, y rápidamente le arrebaté el teléfono de las manos.

- Eres una entrometida. ¿No deberías estar durmiendo? -Gruñí molesta y guardé mi teléfono en el bolsillo de mi saco.

- Nuevo estilo de ropa, te envías mensajes con un chico "misterioso", decides hacerte tatuajes... ¿Me estás ocultando algo, hermanita?

- Por supuesto que no. Esto es asunto mío. Y, además, no hay nada nuevo en mi estilo de vestir. Siempre uso jeans o tops.

- Ajá, como digas. - Observó mi pantalón de tiro largo y ancho a cuadros, y luego pasó su vista a mi top corto que no era para nada revelador porque llevo puesto el saco que va a juego con el pantalón.- No digo que no salieras usar ese tipo de ropa antes, pero me había acostumbrado a verte menos arreglada. Viéndote ahora mismo no pensaría que vas a la universidad, sino a un desfile de mamá...

- Déjame en paz, Sophie. -Gruñí de mala gana, ya que mi teléfono vibraba en señal de que me estaban llegando nuevos mensajes pero no puedo leerlos con ella husmeando por aquí.

- ¿Acaso olvidas de que tú y yo nacimos el mismo día? Sé que estás saliendo en secreto con Jude. ¡Admítelo! Tú no sonríes jamás. - Dijo, y mis ojos se abrieron al máximo de su capacidad.- No te hagas la sorprendida. ¿Ya se besaron? - Se acercó a mí hablando en susurros y yo quise golpearla por eso, pero aún así no pude evitar sonreír divertida.

Me acabo de delatar

- Cierra la boca. -Gruñí, pero ella ya estaba chillando de la emoción. Ni siquiera cubriendo su boca con ambas manos podía dejar de reír, y en ese momento sentí aún más la necesidad de golpearla por comportarse tan tontamente por algo así.- No estamos saliendo. Solamente es... un periodo de tiempo en el cual nos estamos conociendo un poco.

- No digas estupideces, Co. Ambos están saliendo juntos. ¡Admítelo!

- ¿Quién sale con quién? -Apareció Marco inesperadamente, tan apresurado pero bien arreglado igual que siempre.

- Mi amiga Lucy y un chico de nuestro salón. Le contaba a Sophie de lo feliz que me hacía sentir que una chica linda como ella finalmente haya conocido a alguien interesante. -Respondí hábilmente, a pesar de que Marco apenas llegó a escuchar un poco más de la mitad. No le interesan ese tipo de cosas.

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