Sentir una bala atravesar el pecho fue como sentir como quemaban todo el interior del cuerpo de Hell con un lanzallamas. Después de sentir aquello Hell perdió el conocimiento bastante más rápido de lo que esperaba.
Despertó igual de rápido, como si solo hubiera cerrado los ojos un segundo, pero su entorno le decía que había pasado tiempo, mucho tiempo. Ya no estaba en el despacho dorado de Winston, sino que estaba en la enfermería del campamento. Estaba sola en toda la planta, aunque tampoco era demasiado grande, como si todos se hubieran puesto de acuerdo para dejarla sola.
Intentó incorporarse, pero sintió algo punzante en su pecho que la obligó a volver a tumbarse. Llevaba puesta una camisa ancha, no recordaba tenerla, así que alguien debía de habérsela puesto. Miró su pecho y vio que en el centro tenía una gasa cubriendo algo. Intentó quitársela para ver que demonios le pasaba hasta que Taylor apareció por la puerta, parecía sorprendida.
–Dios, estas viva.– Dijo acercándose a ella con una sonrisa.– ¿Cómo estás?
–Dolorida y... algo confusa. ¿Qué ha pasadado?
–Lo conseguimos, Hell. Salvamos a todo el mundo.– Dijo sonriendo.
–Dime que no es una broma.– Hell sonrió.
–No, no lo es. Hemos ganado.
Hell no podía creer que todo aquello hubiera funcionado, todos estaban a salvo, pero por alguna razón, sentía que algo no iba bien.
–No vendrán a buscarlos, ¿verdad?
–No lo creo. Todos los secretos de Élite y Escape han salido a la luz. Creo que Winston ha recibido el récord al hombre más denunciado de la historia.
–¿Winston sigue vivo?
–Si. ¿Por qué no iba a estarlo?
–Yo estaba con él... apuntándole con una pistola.– Hell hizo un esfuerzo por recordar.– Recuerdo un disparo. Alguien disparó.
–Si... Winston disparó, a ti.– Hell se miró la gasa del pecho.– Hell es casi un milagro que estés viva. Un minuto mas y no lo hubieras contado.
–¿Quién me encontró?
–¿Quién crees?– Taylor sonrió.– Intentamos traer a Alec casi a rastras, pero se negaba a volver sin ti. Creo que le rompió la nariz a Winston antes de llamar a la policía y traerte aquí.
–¿Cuanto he estado...?
–Un par de días. Había gente que pensaba que no volverías, pero Alec estaba convencido de que lo harías.– Ambas se rieron.– En realidad no te has perdido gran cosa, August ha dado las gracias y la bienvenida oficial a todo el mundo. Podrás vivir con ello.
–Estupendo.– Intentó levantarse.– ¿Me ayudas? Necesito salir de aquí.
Taylor ayudó a Hell a levantarse y a salir a la calle. Ahora había mucha más vida en el campamento y cuando Hell se sintió como en casa, vio a su pequeña niña venir corriendo hacia ella. Hell se agachó y abrió los brazos para recibir a Tracy con un gran abrazo.
–¡Hell! ¡Estás bien!
–Si, pero cuidado.– Dijo separándose.– Aún me duele.– Tracy puso la mano en su herida.
–¿Te dispararon aquí?
–No te preocupes. Todo se ha terminado y a nadie más va a pasarle nada malo.
–Que bien, por que hay alguien que esta deseando verte.
Tracy señaló por encima de su hombro a Alec, que esperaba a que ambas terminarán de hablar. Mucha gente se quedó mirando aquel reencuentro. Hell se levantó y corrió hacia él como pudo y al llegar, Alec la levantó en un abrazo y la besó.
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Escape
ActionLo que para algunos es un divertido programa de televisión, para otros es algo con lo que jugarse la vida. Los participantes son entrenados desde niños para participar en un juego donde el objetivo es escapar de un edificio, aunque para ellos, se vo...