Capítulo 8

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Le cedieron la custodia de Jungkook a Frank rápidamente, ya que con los papeles de Frank comprobaron que evidentemente era su único familiar;  al tener limpios sus antecedentes los trámites resultaron ser un éxito en un corto periodo. Ahora legalmente Jungkook era hijo de Frank.

Jungkook se encontraba con Frank en su casa, recogiendo sus pertenencias para ir a vivir de nuevo a Daegu, aquel lugar donde vivió su infancia, del mismo modo el lugar donde vivía actualmente Frank.
No sabiendo si todo sería igual que antes, aunque lo dudó ya que Frank a pesar de ser su propia sangre, no le miraba como a un padre; todo sin duda sería distinto a como vivió con sus padres en dicha ciudad.
Mientras guardaba sus objetos en una de las cajas que estaban esparcidas por todo el lugar, encontró un marco con una foto vieja de sus padres y él. De hace muchos años atrás, cuando él era tan solo un pequeño niño, cuando todo estaba bien y Jungkook solo se esmeraba en jugar mientras sus padres solo se esmeraban en hacerlo sonreír. Una pequeña sonrisa se escapó ante el nostálgico recuerdo que pintó sus días felices. Sin más lo guardó en su maleta, verificando que no se maltratara.
Frank lo ayudaba a cargar las maletas y cajas hacia la entrada de la casa,  mientras le contaba sobre el instituto donde entraría, y como sería su nueva casa. Jungkook trataba de ser amable al asentir y escucharlo, pero a pesar de escuchar todo lo que le esperaba no se sentía feliz, solo hacía las cosas para seguir adelante y terminar sus estudios. Creyendo que era lo mejor que podía hacer.
Mientras seguía empacando en su habitación las últimas cosas en la última caja, escuchó dos voces provenientes de la sala, pero no solo eso. Una de esas voces estaba gruñendo y peleando, y por ello salió apresuradamente reconociendo esa voz. Al llegar a la sala miró como Jimin le gritaba enojado a Frank quien se mantenía al margen, tratando de calmarlo. Jungkook lo observó su presencia con sorpresa, recordando como el pelirrojo al enterarse de la noticia no se lo tomó como esperaba. No lo soportó, y por ello se desquitaba con todos los sirvientes que trabajaban en su residencia, gritándoles o golpeando cosas sin sentido. Él intentó muchas veces hacer entender a su amigo el por qué de las cosas, pero Jimin estaba triste y molestó que no quitaba ese humor con los demás. No aceptando su decisión que ante los ojos del pelirrojo, era la peor idea que pudo habérsele ocurrido.

—Jungkook ¡no puedes irte con él!--. Habló Jimin con alteración. Soltando todo el aire de sus pulmones. Sacando todo lo que se había guardado por días antes tales disparates.

—Los dejaré solos, Jungkook ya está todo listo—. Dijo Frank para seguido salir de la casa, dejando a los dos menores solos. Brindándoles esa privacidad que deseaban tener para arreglar la discusión presentada por lo que iba a hacer Jungkook.

—Perdóname por comportarme como un cretino por la noticia, pero Jungkook ¡ese tipo no es de fiar!, lo sé y tal vez no me creas pero escúchame por favor no vayas con él—. Suplicó con preocupación y dolor reflejados en sus orbes.

"Lo siento Jimin, pero es lo mejor, cuando tenga oportunidad te vendré a ver" Escribió en su celular para dárselo a Jimin.

—Jungkook tú eres mi mejor amigo, por favor no me dejes—. Habló triste ante ver como su amigo ya había empacado todas sus cosas, en señal de que realmente se iba a ir ese mismo día con su tío a Daegú. Muy lejos de él.


"Jimin no hagas ésto más doloroso, comprende por favor, él es mi único familiar y yo necesito seguir adelante, si no voy con él solamente voy a ser un do nadie y terminaré solo".


Jungkook comenzó a llorar ante el momento, no deseando que el último recuerdo de su amigo fueran sus ojos llenos de súplica y dolor. El pelirrojo era todo lo que tenía, y le dolía dejarlo por tener una vida mejor.
Jimin al ver las lágrimas de ese chico al cual se prometió hacer feliz, solo le hizo sentir una irremediable culpa, por ser egoísta y no pensar en Jungkook y en lo que pensaba. Sin pensarlo se acercó para abrazarlo y consolarlo fuertemente. Sintiendo como Jungkook se refugiaba en él, justo como muchas veces lo llegó a hacer cuando Jackson intentaba hacerle daño o incluso aquellas veces que lloraba cuando tenía miedo de dar un paso adelante. Él siempre confió en su persona, cuando muchos pensaban que era un engreído por tener dinero; cuando realmente no lo era. Jungkook se había vuelto en alguien esencial en su vida; le quería tanto que dolía, por ver que estaba a nada de partir. No sabiendo si le volvería a ver.

—Lo siento Jungkook, perdóname, por favor deja de llorar—. Pidió con sinceridad, tratando de consolar y parar su llanto. Lo cual logró momentos después, ya que, Jungkook se tranquilizó y las lágrimas habían cesado. Ambos se separaron solo un poco sin soltar el abrazo, Jungkook sintió el rostro de Jimin muy cerca y éste sin querer soltarlo limpió las lágrimas del pelinegro, mirándole fijamente. Sonriéndole compasivo. Sin embargo con un brillo especial en sus ojos —Por esto no quiero que te vayas—. Susurró muy bajo Jimin. Provocando que Jungkook muy confundido intentara cuestionarlo. Siendo demasiado tarde cuando le acallaron los labios de Jimin, quienes tocaron los suyos en un beso. Tierno e inocente. Siendo su primer beso.
Jungkook tenía los ojos abiertos a más no poder, confundido y sorpresivo ante aquel acto por parte de su mejor amigo.
Mientras Jimin los tenía bien cerrados, sintiendo algo tan fuerte que había nacido en él hace algún tiempo por Jungkook. Sabiendo el que no fue prudente el estarlo besando sin que le pidiera permiso; pero los llamados de su corazón le gritaron por mucho acercarse tanto a Jungkook, justo como ahora. Simplemente debía hacerlo porque ya había aguantado mucho tiempo acallando esos sentimientos tan intensos que le hacían querer y proteger tanto al pelinegro. Su corazón latía con fuerza ante la dulzura que le provocaban esos labios vírgenes que se mantuvieron intactos debido a la sorpresa.
Finalmente Jimin se separó de Jungkook quien tenía las mejillas evidentemente rosadas debido a la pena de su primer beso. Jimin observando la confusión y sorpresa de su amigo, decidió hablar —Tenía que hacerlo kook, solo así entenderías, pero al parecer eso no te hará cambiar de opinión ¿verdad?—. Inquirió más tranquilo.

Jungkook frunció el ceño y se acercó a Jimin con intención suplicante. Pero el pelirrojo lo detuvo.

—No intentes nada kookie, si esa es tu decisión yo te apoyaré—. Le sonrió rendido. Ante ello Jungkook sorprendido abrazó a Jimin quien le correspondió cerrando sus ojos, perdiendose en ese dulce aroma que tenía el menor consigo.

Ambos después se dirigieron al cuarto de Jungkook por la última caja y salieron hacia la sala para cerrar todo y Jungkook observó su casa por última vez, y con un suspiro caminó hasta el taxi que ya lo esperaba, junto con Frank adentro.
Se volteó a ver a Jimin quien le sonrió triste y ambos se abrazaron fuertemente, nostálgicos.
Jungkook agradeciéndole todo a Jimin, quien lo comprendió aunque no hubieran palabras de por medio. Ese abrazo significó muchas cosas para ambos. Entregando su cariño ante la despedida.
El pelinegro entró en la parte trasera del taxi y por la ventanilla Jimin se acercó y le susurro algo que lo dejó confundido.

—Dos años Kook—. Susurró decidido y después se alejó, mientras el taxi comenzaba a conducir al aeropuerto.
Jungkook por la ventana trasera miraba alejarse de se mejor amigo Park Jimin.






























¡Dehu_14... fuera! 🍀🍀🍀🍀

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora