Capítulo 47

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Se retrasó debido a que habían realizado limpieza y algunos cambios en la tienda donde trabajaba, sin embargo no fue un trabajo pesado, y en compañía de Lisa y sus demás compañeros que entre pláticas y risas habían hecho el trabajo laborioso en uno menos aburrido.
Ahora volvía a casa en metro, ya que desde hace días atrás se había distanciado de Taehyung y por lo tanto sus encuentros únicamente eran cuando llegaban a casa.
De cierto modo era algo que ambos debían seguir y les ayudaba a pensar claramente. No sentir más incomodidad.
Jungkook aprendía a llevar una vida civilizada y por cuenta propia. Al enfrentar día a día sus lucha y miedos, le daba la seguridad y fortaleza de transportarse a cualquier lugar. No por ello dejaba de ser precavido y ver a todos lados, ya que eran pocas las veces en las cuales se sentía abrumado por su consciente que le recordaba el hecho de que Frank aún seguía desaparecido y que estaba en su búsqueda, o eso es lo que entendió cuando las autoridades le dieron un resultado negativo respecto a su paradero. Por ello ocurrían sus pesadillas, que aunque eran limitadas, lograban robarle el sueño y tranquilidad de las noches que pudieron ser pacíficas.
No todo estaba perdido ya que a pesar de ese riesgo que ignoraba la mayoría del tiempo, Taehyung estaba con él, no mencionando los sentimientos que existían entre ellos, simplemente tenía la certeza de que ese castaño no permitiría el que ese hombre regresará y lo hiriera de nuevo.
Después de tanto tiempo, Jungkook comenzaba a soltarse, y la confianza que existía entre ambos se fue fortaleciendo a tal grado de contar con él como si fuese un escudo protector. Era su oasis reconfortante que lograba calmar la tempestad de las turbulentas olas de su fragmentada alma.
En el trayecto del viaje le tocó observar un inconveniente que sucedía a una chica que viajaba del mismo modo que él. Gracias a que el metro estaba repleto de personas, las oportunidades de movilidad eran nulas, no por ello pudo evitar ver el como una chica que se encontraba en una esquina, de pie, un hombre que iba atrás de ella, parecía ir discutiendo con ella, a lo cual ella se limitaba a ignorarlo, sin embargo unos jalones en su cabello le hicieron verlo y trataba de zafarse de tal agarre y no lo lograba. Al final la chica se rindió y asentía a las palabras que le decía el hombre, con lágrimas en los ojos aceptó tal sumisión.
Jungkook se sintió impotente porque nadie prestaba atención a la escena, y aunque estuvieran cerca de ellos, preferían ignorar sus problemas. Si hubiera estado más cerca y con posibilidades de moverse, hubiera hablado, o así lo creía. En cambio se limitó a bajar la mirada, ya que no podía hacer otra cosa. Pensó en cuántas personas como él existían en el mundo, personas perdidas, cansadas de la tormenta y como no podían controlar lo que les rodeaba, preferían aceptar las cosas, aunque sufrieran por ello. Tantas almas que necesitaban reunir el valor suficiente para enfrentar las cosas y no bajar la mirada.
Cuando bajó en la estación indicada se apresuró a salir de ahí, para comenzar a caminar por las calles. Por su mente pasaba el recuerdo de la plática que había tenido con Jimin sobre la instalación del departamento. Realmente no quería molestar a su amigo, después de todo siempre le ayudaba y no quería causarle agobio.
Sabía que sería su última opción si se hablaba de emergencias.
Por ahora pensaba en como le diría a Taehyung sobre sus planes. No sabía si decirlo en el momento en que tuviera asegurado un lugar, o con anticipación, aunque sabía que si lo decía antes, podía no tomarlo bien y le rogaría porque se quedase. Era una situación que debía pensar.
Entre la bruma de su pensamiento, lo sintió opacado por una sensación extraña de ser observado. No podía saber con claridad si se debía a la soledad de la zona por la cual avanzaba, y por ello cualquier mínimo detalle era poco común.
Se giró y buscó con su mirada varios puntos, sin embargo, no halló señal de nada y por ello siguió avanzando. Con pasos más rápidos y firmes.
La sensación le perseguía y se hacía presente con más intensidad que se reflejó en el escalofrío que sintió por toda su espina dorsal; sintió algo realmente desagradable, provocando que sintiera nervios a flor de piel. No queriendo lidiar más con esa sensación, vió a un taxi pasar cerca de la acera y levantó la mano. Llamando a su primera oportunidad para ir a casa en un transporte más seguro que el caminar.
Cuando subió al auto, se sintió más seguro, como si el peso de esa incomodidad se hubiera esfumado. Cosa que agradeció; la música que reproducía la radio le hizo sentir más tranquilo, y hasta cierto punto, con un mejor estado de ánimo.
Cuando llegó, le dió a pagar al conductor y así bajó del auto para seguido caminar hasta la entrada de la casa, notando las luces de la sala encendidas. Estaba cansado y creía que eso mismo evitaría el que acompañara a Taehyung durante su cena. Aún debía pensar en que diría y sobre todo el momento. Cuando llegaba de trabajar era como si los pendientes que tenía, regresaran y le abrieran los ojos para estresarlo. A pesar de todo eso trataba de mantener el control y no dejar que ello afectara en su actitud.
Antes de sacar sus llaves y meterlas dentro de la cerradura, suspiró, dejando todo atrás para no tensar el ambiente.
Cuando se adentró se escuchó una canción que se reproducía del estéreo. Dándole pauta de que Taehyung no estaba solo, ya que siempre que Hoseok iba a casa, colocaba música, diciendo que no le agradaba el silencio.
A pesar de no verlos por la sala, sabía que se encontraban ahí, y justo cuando dejó su mochila en el perchero, se hizo presente Hoseok.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora