Jungkook ha sufrido de todas las maneras posibles desde su infancia, y una de las consecuencias de esto es haber perdido la voz...
«Lo siento mamá, tal vez no podré cumplir tu promesa, no creo poder seguir adelante». Pensó Jungkook abrazando la cade...
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Los días transcurrieron con más calma y normalidad; desde esa noche en la cual Jungkook había revelado lo más profundo de él a Taehyung, se sentía mas ligero, como si ese hecho le fuera sido quitado un poco de encima. Estaba agradecido con Taehyung, porque había reaccionado de la mejor manera posible. No le había despreciado o tan siquiera juzgado como pensaba que haría. Con ese acto pudo asegurarse por completo en que podía confiar en Taehyung. Conforme se miraba en el espejo observaba algunos ligeros cambios, debiéndose a la buena alimentación que procuraba darle el mayor. Comenzaba a verse menos muerto y su aspecto comenzaba a verse menos deporable; inclusive estaba adquiriendo más color en su piel. No pensó en que una correcta alimentación pudiese ayudarle, en cambio siempre degustaba los platillos que le preparaba el castaño. Esa atención que jamás le habían brindado ahora la encontraba en ese doctor que estaba ayudándole a sanar internamente y gracias a ello ahora podía mirar sin tanta incomodidad o temor a su psiquiátra, quien le hablaba con ese tono serio y neutral que antes llegaba a incomodarlo, en cambio eso ya no le afectaba en las terapias.
La sesión había finalizado, y Jungkook ya se había acostumbrado a esperar un momento antes en el consultorio, mientras Yoongi salía con anticipación para hablar con Taehyung. Por ello esperó mientras el rubio salía por la puerta principal.
--Yoongi ¿qué tal haz estado?--. Preguntó mientras estrechaba su mano con la del pálido, quien imitó el gesto.
--Muy bien, descanso lo que puedo--. Dijo con tranquilidad.
--¿Cómo está?--. Preguntó refiriéndose al pelinegro que aún yacía dentro de la habitación.
--La verdad me sorprendió que su avance sea demasiado rápido, inclusive más de lo que esperaba. Pudo expresarme con mayor seguridad lo que pasó. Sé que te ha contado sus traumas--. Dijo con seriedad --Definitivamente ese fue un paso demasiado grande no solo para él, lo sería para cualquier persona, en cambio él ya lo hizo y déjame decirte que Jungkook pudo expresar todo lo que le atormentaba; ahora está mucho más relajado y menos tenso. Felicidades--. Expresó con una apenas visible sonrisa que descolocó a Taehyung --Ha pasado a la fase tres; en la cual debe aprender a dejar el pasado, en el pasado; evidentemente no va a olvidar todo lo que vivió, pero si puede perdonar y no recordarlo con frecuencia, porque solo así podrá seguir adelante--. Dijo con suma sinceridad que fue captada por Taehyung, quien asentía ante cada palabra de su amigo. Estaba muy feliz por saber los avances del menor. Por esa misma razón cuando Jungkook salió del consultorio solo pudo recibirle con la sonrisa más grande y radiante que siempre portaba y lograba iluminar a los demás.
Jungkook no supo el porque le dió tanta alegría ver a Taehyung, quien ya le esperaba muy contento, como si la misma emoción de euforia se tratara de una conexión en ambos. Esa sonrisa cuadrada lograba hacerlo sentir mejor; le daba la certeza de que no le importaba donde se hallaran ambos, siempre lograría sentirse bien y con calma. Ambos se despidieron como de costumbre del hombre pálido que les deseó un lindo día y solo así pudo regresar de nuevo a su consultorio.
