Capítulo 43

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Taehyung cogía su taza de café, sintiéndola menos caliente ya que estaba comenzando a enfriarse debido a que prestaba más atención a lo que miraba a través de la ventana que a su bebida. Realmente estaba alegre debido a que con el transcurso de los días el pequeño Jungkook se había recuperado de la operación y por esa causa dejó el hospital y ahora volvía a la casa con él. Hasta ahora no había dicho palabra alguna, sin embargo ambos asistían a las terapias que Sehun le estaba otorgando al menor para que pudiera recuperar la fonética y funcionalidad, ya que no era del todo fácil, su proceso era el mismo que el de un bebé que apenas podía balbucear y aún no era entendible.
Sin embargo en sus tiempos libres Taehyung realizaba los ejercicios juntamente con el pelinegro, los cuales habían sido recomendaciones de sus compañeros y amigos que le apoyaban en todo aspecto ahora que Jungkook había sido sometido a esa cirugía que no creían posible, aunque no podían validar el que se recuperara por completo, estaban en la espera de ello, aún así no perdían las esperanzas.
Ahora mismo miraba como Jungkook estaba afuera sentado sobre el césped del jardín, justamente con su amigo Jimin, quien al enterarse de la cirugía no tardó en hacer su aparición en la casa, cada vez con más frecuencia ya que él debía ir a trabajar. Comprendía que era de ayuda y veía que el pelinegro estaba a gusto con su compañía por ello prefería no interferir cada vez que llegaba a visitarlo, sin embargo aunque no lo quisiese pensar o sentir, algo dentro suyo le hacía sentir incomodidad. Después de todo el cariño de Jungkook era una de las cosas que lograban hacerlo sentir gratamente cálido, ahora veía como ambos sonreían sin parar y a simple vista parecían muy unidos.
Recordaba bien la indirecta declaración que había hecho Jimin respecto al menor, por ello algo en sus entrañas se removió inquietamente ante el pensamiento de que ese rubio podía llegar a ocupar un lugar demasiado íntimo con Jungkook y que éste le olvidara. No le agradaba pensar en ello, sobre todo cuando Hoseok comenzó a llamarlo para que ambos se viesen, lo cual trató de evitar con respeto, ya que él no estaba emocionalmente estable, necesitaba quitar esas dudas y cuestionamientos que surgían de Jungkook con cada gesto, cada sonrisa y esa mirada que lograba hacerlo temblar hasta lo más profundo de su ser. La lucha interna se intensificó para hacer un caos en su cabeza, indeciso antes de cada actuar cuando se trataba de Jungkook.
Sus ojos no podían despegarse de ese chico que tenía más color en su piel, no mirándose tan delgado como lo era en un inicio, sus ojeras habían desaparecido y comenzaba a sonreír con más frecuencia. Sus orbes opacos ahora rebosaban vida. Sus corazón se aceleraba con tan solo verle. No sabiendo que eso era mutuo en Jungkook, quien ya había aceptado con miedo los llamados de su corazón, los cuales ahora no podían ser acallados.
Sin darse cuenta, Taehyung se había vuelto la mejor medicina de su corazón, a sus heridas, como si se tratase de un hunguento, Taehyung lo estaba sanando incluso estaba haciendo mucho más que eso, le estaba enseñando a amar.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora