Capítulo 20

3.5K 352 53
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Había terminado la sesión con Yoongi, en la cual había escuchado muy atento lo que mencionaba, respecto a su miedo e inseguridad, en los cuales debía trabajar, ya que no sólamente le ayudaría en la terapia, también en su vida diaria, para poder relacionarse mejor con las personas. Su entorno ya no se mostraría más una amenaza, y así lograría llevar a cabo una vida normal.
Pensó mucho en esas palabras, sabiendo que su primer paso sería uno extremadamente grande, consciente de que muchas eran las veces cuando el miedo lo controlaba, a pesar de que él no lo deseara, pero le era una tarea muy difícil, ya que nadie le enseñó a ser valiente. Toda su niñez la pasó en soledad y no hubo quien le diera la seguridad para hacer las cosas sin temor; no podía confiar cuando llegaron a desconfiar de él. Las situaciones habían sido contradictorias, debido a ello no se sentía capaz de realizar un acto de seguridad y confianza hacia alguien, cuando claramente carecía de seguridad propia.
No estaba fiado del todo, respecto a la ayuda que le había brindado Taehyung, ya que conocía su destino, el cual siempre llegaba potente y arrebatador, justo en el momento cuando se hallaba estable y con principios de felicidad.
A pesar de tener millones de negativas ante dar un paso adelante, había una entre todas ellas que resaltaba, la cual era el motivo por el cual no se permitía retroceder y en cambio se quedaba intacto; como si un pequeño destello le hiciera observar lo que podía ser de él.
Sin embargo a pesar de todo lo malo, sabía que le haría bien un poco de aire libre, solo tal vez así lograría calmarse y aclarar sus ideas, respecto a lo que haría.

--Bien, ya he llamado un taxi para que te lleve a casa--. Habló Yoongi mientras le despedía en la puerta de su consultorio.

"Muchas gracias Min hyung"

Le mostró el celular que le había prestado Taehyung, siéndole de gran ayuda.
Miró apenas visible sonrisa del pálido que suspiraba. --Puedes nombrarme sólamente Yoongi hyung--. Dijo tranquilo, brindándole la confianza sobre el nombramiento. --Anda ve a casa con cuidado--. Dijo sincero. Recibiendo un asentimiento por parte del pelinegro. Sin más Jungkook comenzó a avanzar por los pasillos, ya consciente del establecimiento, así llegó hasta la salida y miró al único taxi, ya estacionado ahí.
Subió en la parte trasera del auto mientras el taxista ya sabiendo la previa dirección comenzó a conducir al destino del pelinegro.

Jungkook miraba la enorme ciudad por la ventanilla. Sin duda se encontraba en uno de los continentes más grandes del mundo, un ser insignificante ante tantos empresarios, artistas y personas importantes que sobresalían.
Él apenas si tenía una muda de ropa que vestir, realmente no había logrado nada por su cuenta; no tenía algo que perder, por ello aceptó seguir las terapias y consejos de Yoongi; no sabiendo si funcionrían o no, pero decidió aceptar algo por primera vez.
Pasaron por un parque y debido a que su mirada se posaba afuera de la ventanilla, le fue imposible no mirar a una mujer, la cual impulsaba con sus manos un columpio, en el cual se hallaba un niño sonriente y eufórico.
Esa escena de cierto modo le hizo sentir nostalgia ante el recuerdo de su madre, y las horas que se pasaban jugando, sonriendo, a más no poder; con la diferencia de que en un cierto momento a su madre le llegaban dolores instantáneos al pecho, el cansancio se apoderaba de ella y con ello indicaba que su hora de dormir llegaba. Antes no comprendía el por qué de ello, ahora consciente comprendía que sólamente era una excusa para que ella pudiera descansar, y él del mismo modo.
Ignorante de que muchas noches la mujer la había pasado en agonía, sin embargo se levantaba con ánimo por él; ya que ese pequeño Jungkook era su motivación para no rendirse y sonreír ante cada amanecer.
Sin poder evitarlo desvió la mirada, tratando de desviar esos pensamientos que no le ayudaban en nada.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora