Ya habían transcurrido cinco años desde la muerte de la señora Jeon. Y desde ese entonces Jungkook tuvo que aprender a cocinar, lavar y hacer labores domésticos que comúnmente no aprendía un niño de su edad; todo se debía ya que su padre trabajaba duramente por él, y la mayoría del tiempo la pasaba en su trabajo. El pequeño tuvo que aprender a independizarse, ya que no conocían a ningún familiar que se hiciera cargo de él, y debido a ello tuvo que crecer la mayor parte del tiempo solo.
Ahora el pequeño Jungkook de ocho años se encontraba sentado en la banca de su escuela, sólo. Ya que era demasiado tímido, desde la muerte de su madre no había tenido la misma seguridad que cuando ella estaba presente y le brindaba confianza y seguridad de sí mismo. En el colegio solo socializaba cuando tenía que trabajar con alguien en equipo, y en sus horas de descanso prefería pasar el tiempo dentro del aula.
Eligiendo la tranquilidad que le otorgaba el interior del salón.
Sin embargo, pronto su paz fue interrumpida cuando cinco niños entraron al salón y lo miraron burlones, Jungkook al verlos y darse cuenta de quienes eran, tembló de miedo. Sabiendo lo que siempre pasaba cuando estaba completamente solo con ese grupo que siempre le dejaban algo que recordar.
Uno de los niños se quedó en la entrada de la puerta, la cual cerró trás de sí, mientras espiaba y evitaba el paso de cualquiera que quisiese entrar. Mientras el resto se acercó a Jungkook. Uno de ellos le tomó de la camisa del uniforme, provocando que se levantara forzadamente.—¡Eres una basura Jungkook —. Le gritó con desprecio y asco, para que seguido de esas palabras lo tirara al suelo.
Jungkook desde el suelo se recargó en sus codos, subiendo su mirada triste y seria hacia los cuatro niños que estaban a su alrededor y lo observaban burlones. Con desprecio y enojo en sus ojos.
—¿Por qué me hacen esto?—. Preguntó el pelinegro con voz temblorosa y ceño fruncido. No comprendiendo el porque siempre llegaban y le molestaban con tanto esmero, como si se tratase de algún juego divertido. Más para él no lo era. Ante todo lo que le hacían los niños, él no podía actuar para defenderse y que esas situaciones pararan, debido a su falta de inseguridad y temor hacia las constantes amenazas hechas por parte de los infantes, quienes ahora se miraban entre sí con gracia ante la pregunta hecha por el pelinegro que se hallaba en el suelo.
—Porque eres el único que está solo, y nadie va a ayudarte—. Sonrió el líder del grupo, el cual le indicó con la mirada a otro de los niños la mochila de Jungkook. El cual al captar las ideas del mayor, fue directo a su lugar y cogió la mochila del pelinegro.
Jungkook observó como el niño que tomaba su mochila comenzaba a abrirla y tirar todo el contenido de ésta al bote de basura, para seguido tirar el contenido de una botella de agua en el bote.
Él intentó levantarse, pero el pie del líder pelianaranjado se lo impidió, mientras se agachó hasta su altura, para seguido tomar fuertemente su cabello con rudeza y encararlo con suma fuerza que solo provocó que sus ojos se aguaran ante el dolor en su cuero cabelludo.—Me das asco Jungkook, ojalá ya no viéramos más tu asquerosa cara—. Escupió con sorna.
Los niños se alarmaron al escuchar pasos y voces en los pasillos, por eso uno de ellos se adelantó a hablarle al líder, quien lastimaba a Jungkook, el cual tenía lágrimas en sus ojitos asustados, por ello los cerró al instante, para que su lloro no fuera motivo de que le fuera peor y que no tuvieran piedad de él.
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La Voz Del Alma (Vkook)
FanfictionJungkook ha sufrido de todas las maneras posibles desde su infancia, y una de las consecuencias de esto es haber perdido la voz... «Lo siento mamá, tal vez no podré cumplir tu promesa, no creo poder seguir adelante». Pensó Jungkook abrazando la cade...