Capítulo 37

2.5K 289 45
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

































































































































No contemplaba las situaciones por las cuales ahora pasaban. Taehyung había terminado sus días de descanso, lo cual lamentó, pero no le desagradaba tanto ello, ya que amaba lo que hacía, aunque fuera tedioso, siempre hallaba una confortación y satisfacción a lo que realizaba en el hospital, sin embargo ahora que Jungkook se hallaba en reposo debido al accidente que había ocurrido con su pie, lo cual le llenó de preocupación al saber que no podría atenderlo y debería quedarse solo en casa. No contaba con que iba a llegar su amigo Jimin al enterarse por algún medio el que se encontraba en tal estado Jungkook. Recordaba bien ese momento en el cual abrió la puerta y se llevó la sorpresa de verle ahí. Le hizo pasar y le dijo en donde se hallaba el pelinegro para que lo buscara mientras él terminaba de realizar el almuerzo.
En un momento todo había surgido con tanta espontáneidad que a pesar de no sorprenderle, si le hizo pensar sobre lo pasado.
Estaba confundido ante el problema que había surgido, además no comprendía el porque su novio no le había llamado como supuestamente le hizo saber antes de irse. Le llenaba de curiosidad lo que pudiera haber pasado, ya que no borraba de su mente la manera cortante y algo presurosa por dejar la casa. Jamás se había portado de tal modo con él, pero consciente de que ya tendría tiempo para cuestionarlo, sirvió en un tazón un poco de rámen para el pelinegro. Colocó un poco de té y kimchi en la charola que llevaba en mano. Subió por las escaleras, escuchando en el proceso la risilla de Jimin.
Fue sigiloso y con tranquilidad en su andar, en cambio a pesar de que aún no llegaba a la entrada del cuarto donde se encontraban, pudo observar la sonrisa que tenía plasmada Jungkook en su rostro. Un gesto muy hermoso en él; era una sonrisa espontánea, libre y con total sinceridad, la cual iba dirigida únicamente para Jimin.
En el fondo sintió un disgusto por aquella escena que miraba frente a él, sabía que no tenía porque sentir algo como eso, después de todo ambos habían sido amigos con anterioridad, Jimin era su amigo y él había llegado primero. Agitó su cabeza y caminó hasta la entrada, llamando la atención de ambos quienes le miraron con la  bandeja de comida en sus manos.

--Te he traído un poco de Kimchi, rámen y té--. Agregó colocando la charola en el buró que estaba junto a la cama.

Jungkook le miró a los ojos e hizo una reverencia desde su posición a modo de agradecimiento.

--¿Gustas algo?--. Se dirigió a Jimin amablemente, aunque no entendía el porque cada vez que se refería a él, sentía como si su presencia fuera inecesaria. Toda esa clase de pensamientos que llegaban de  momento sin poderlo procesar, fueron ignoradas para así ser gentil y actuar de la mejor forma, ya que no veía lo malo en el chico, sin embargo su inconsciente que le traían las sensaciones más desagradables, le recordaban a cada segundo la incomodidad que sentía ante la tercera presencia. No acostumbrado a él o la forma en la cual Jungkook y el rubio lograban congeniar y se apreciaba de pura vista.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora