Capítulo 49

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Jungkook leía un libro mientras sentado en la sala disfrutaba de su día libre.
Las cosas que habían pasado lentamente fueron siendo olvidadas ya que realizaba varias cosas que le distanciaban del descanso. Por lo tanto también para pensar en las cosas que quedaron intactas.
Últimamente sonreía más, las pesadillas dejaron de ser frecuentes, inclusive hablaba un poco más. A pesar de que su faceta tímida era parte de él, pero ello no impidió el hecho de ser un poco más abierto a los pensamientos ajenos.
Después de tiempo comenzaba a sentir que realmente tenía una vida.
No dejó de asistir a sus terapias con Yoongi, sabía que aunque su estado estuviera mejorando no debía dejarlas. Todo le servía para aprendizaje propio.
Ahora iba con menos temor y cuando hablaba con él lo hacía con cierta libertad sin temer a qué sucediera algo malo por decirlo.
Después de ello iba a su trabajo, esa rutina había adoptado en los últimos meses, en los cueles del mismo modo no había vuelto a ver a Taehyung, no sabía cómo estaba o si aún pensaba en lo sucedido, en cambio lo único que esperaba era que se encontrara bien. Justo como él lo estaba ahora que había aprendido más sobre la vida, en su lado más hermoso y brillante. Después de que pasó tiempo analizando las cosas se daba cuenta que realmente no había nada de malo en permanecer solo, así había sido más autosuficiente y responsable en diferentes situaciones laborales, sociales y emocionales.
Habían tantas cosas que había visto sin necesidad de tener a alguien que le protegiera, se había vuelto más fuerte.
No significaba el que no temiera, pero lograba afrontarlos.

Sin darse cuenta Jimin había aparecido en la sala y le observaba mientras leía. Ante los ojos de Jimin, Jungkook realmente no había cambiado, era el mismo chico que había conocido años atrás. Su aspecto era el mismo, aunque notaba muchas transformaciones que había adquirido con el paso del tiempo. Así como esa aura que le llenaba de dicha al darse cuenta de que poco a poco cumplía su propia promesa que hizo cuando le vió tan desamparado y triste. Comenzaba a verlo más alegre, lo cual era algo grato de contemplar.
Jungkook era hermoso aunque no muchos eran conscientes de cuan hermoso era ese chico, no solo en aspecto físico, sino que en persona propia; los talentos con los cuales había nacido y le volvían en alguien particular.
Sonrió al verlo tan entretenido con el libro que había cogido de su librero, desde hace días le había llamado tanto la atención ese libro que no lo había soltado para nada. Le agradaba verlo leer, las expresiones que mostraba eran dignas de ser retratadas y reconocidas como la obra de arte más hermosa.
Cogía en sus manos un pequeño pastel mientras encendió las velitas y se acercó al pelinegro.

—Cumpleaños feliz, te deseo a ti—. Comenzó a cantar, lo cual llamó la atención de Jungkook como para dejar el libro a un lado y mirar a su amigo quien tenía consigo un pequeño pastel y lo acercaba a él. Mientras cantaba.
No pudo evitar sonreír ante tal gesto, hasta que Jimin terminó de cantar y colocó el pastel frente a él. Los aplausos no se hicieron esperar y enseguida con un abrazo le recibió Jimin —Muchas felicidades Kookie—. Le felicitó el rubio.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora