La Voz Del Alma (Vkook)

Capítulo 12

Corría todo lo que sus piernas le permitían, la adrenalina en su sistema rebasaba todo su raciocinio, no permitiéndole pensar con claridad, y lo único que prevalecía en esos momentos era el instinto de supervivencia. Sus latidos eran como  el motor de una motocicleta.
Así es como una persona se sentiría si lo estuvieran persiguiendo, justo como ahora lo hacía Jungkook.
Corría por su vida, tratando de escapar de tres tipos que iban trás él completamente furiosos y con sed de venganza.

Ya habían pasado dos años desde que huyó de casa debido al incidente con Frank del cual se ocultó y ya no sabía nada al respecto.
Ahora con diecisiete años de edad se preguntaba el como había llegado a ese extremo, de tener que correr, huyendo de los tipos que estaban en toda su razón de perseguirlo, ya que les había quitado algo que les pertenecía. Pero no tuvo otra opción, la desesperación lo hizo actuar de esa manera, y aunque fuera injusto para algunos, les beneficiaba a otros menos afortunados.
Iba a toda velocidad tratando de perder a sus perseguidores, cruzando calles y saltando bardas, ocultándose entre las personas.

—¡hey! ¡deténganlo!—. Gritaban llamando la atención de las personas las cuales aolo abrían el paso.

Jungkook adquirió una velocidad más rápida pasando a otro lado para dar vuelta y escalar aquella barda que ya conocía muy bien, solo con saltar esa barda ya estaría del lado del puente.
Así lograría escapar fácilmente debido a que ya conocía a la perfección dichos lugares.
Justo cuando estaba a punto de dar el último movimiento, alguien tomó de su pie y volteándose se encontró con el rostro de uno de esos tipos que ya lo habían encontrado, seguido por los otros dos.
Jungkook actuó rápido y pataleó insistentemente tratando de soltarse de aquel agarre, pero ese tipo también luchaba por no dejarlo ir.
En el forcejeo el pelinegro le propinó una fuerte patada al sujeto, jústamente en el rostro, logrando soltarse del agarre, escuchando como el tipo gritaba furioso.

—¡Me las vas a pagar hijo de perra!—. Le escuchó bramar con tanta furia.

Jungkook ya teniendo ventaja cruzó la barda, observando que los tipos comenzaban a escalar de la misma forma, y alarmado comenzó a correr, sin quitar la mirada de ellos.
Lamentablemente los tipos estaban subiendo rápidamente.
Con adrenalina es su sistema y el miedo acumulándose no paró de correr hasta que un golpe en duró lo detuvo.
No sabía lo que pasaba, todo fue muy rápido cuando algo lo embistió con fuerza, y ahora con vista borrosa ya se encontraba en el suelo, sintiéndose noqueado y escuchando gritos lejanos, al igual que el motor de una motocicleta irse apagando.
El mareo fue tan rápido que le nubló la vista, sin embargo no se aclaraba su visión, y su cuerpo cada vez más pesado no lograba reaccionar. Prontamente sintió el doble de mareo y ahí fue cuando perdió la consciencia.

—¡Detente Hoseok!—. Gritó uno de los chicos que estaban en la motocicleta, y el nombrado frenó instantáneamente, pero ya era demasiado tarde, habían arroyado a alguien.
Ambos chicos bajaron y el que anteriormente había gritado se acercó cauteloso al chico que habían atropellado. Tratando de ayudarle.

—¡Dejalo y vámonos!—. Gritó Hoseok asustado, pero el otro chico solo se hincó junto al herido para voltear y fulminar con la mirada a su novio.

—¿Cómo me pides eso?—. Cuestionó  molesto ante la actitud de su novio.

—¡Diablos Taehyung!, nos pueden meter a la cárcel por ésto—. Exclamó desesperado Hoseok quien caminaba de un lado a otro asustado. Pero el nombrado solo lo ignoró y volteó al chico boca arriba, encontrándose con un rostro completamente hermoso, como el de un ángel, pero decidió ignorar eso para revisar los signos del pelinegro con sus dedos tomando el pulso, notando que tenía sus latidos muy bajos y cada vez se reducían más.