Capítulo 30

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Con el transcurso de los días, Jungkook había pensado en los grandes avances que había obtenido, y al menos creía que ya eran los suficientes como para salir sin necesidad de que Taehyung estuviera con él todo el tiempo. Su mentalidad miraba la realidad, ya que no podría vivir siempre en el hogar de Taehyung; por más amable que fuera, comprendía que también tenía límites, los cuales tarde o temprano llegarían, y él no deseaba ser un vividor que se sustentara de otras personas sin que hiciera un mínimo esfuerzo.
La situación para su caso y discapacidad no le permitían conseguir un trabajo con facilidad, ya que aunque el castaño no lo supiera, estuvo dándole muy buenas utilidades al móvil que le había prestado Taehyung, el cual pensaba en pagarle cuando consiguiera un empleo. Buscó distintas oportunidades y puestos por internet, llenando algunos datos y test para saber si podía considerar una entrevista de trabajo, en cambio, siempre era denegado por su insuficiencia del habla.
Le frustró de cierta forma ese hecho, pero no por eso dejó de buscar e investigar más opciones. Tal vez no aseguraría un sueldo como para pagar una casa o rentar un departamento; pero le pagaría a Taehyung su estancia ahí, o al menos le ayudaría en lo que pudiera económicamente.
Del mismo modo los acercamientos o roces entre él y Taehyung eran menos tensos o incómodos, en cambio siempre que podía, Taehyung le acariciaba la cabeza o le alborotaba el cabello, a modo de un gesto amistoso, al cual ya se estaba acostumbrando Jungkook. Era de las pocas personas a las cuales le permitía hacer algo tan cercano como lo eran los toques hacia él.
Se sentía demasiado bien pasar las tardes a su lado, mientras cocinaban o simplemente salían al exterior durante la noche para admirar lo que les brindaba la armonía de la noche.
Ambos comenzaban a desenvolverse más, de la misma manera a acostumbrarse a la compañía del contrario.
Mientras Jungkook se adaptaba a convivir de nuevo con una persona y aprender tanto de eso, Taehyung experimentaba el vivir con una persona bajo el mismo techo, ya que un temor el cual no revelaba era el hecho de vivir júntamente con alguien, debido a ello nunca aceptó vivir con Hoseok, ya que temía a que su relación fuese más laboral y que no funcionara, en cambio ahora miraba que no era tan malo vivir con alguien.

Jungkook comenzó a optar porque en cada despertar se levantara para ir directamente a la ducha, para después bajar a la cocina y preparar el desayuno.
Cada vez con más ánimo, ya que con la característica presencia del mayor en las mañanas, volvía los desayunos ordinarios en extraordinarios, con algún relato, expresión respecto a la música, o simplemente su espontaneidad a la hora de sonreírle sinceramente y sin alguna clase de truco o intención.
Sin darse cuenta, el jovencito comenzaba a sonreír con más frecuencia ante cada ocurrencia, pensamiento o frase que mencionara el contrario.
Lentamente él volvió sus días grises en azules; él fue ese arcoíris que llegó después de la tormenta. Un consuelo que lograba calmarle y traer consigo la mejor armonía, la cual provenía de su voz.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora