Capítulo 10

3.2K 379 36
                                    

























Los recuerdos de aquella tarde quedaron tan grabados en su memoria, como un tatuaje en su piel, el cual permanecería imborrable.
Jamás olvidaría a ese niño, el cual lo ayudó por tres años.
Aquella tarde en la cual pasaba en la ciudad de Daegu, como siempre, buscando en los contenedores de basura algún desperdicio o con suerte un pedazo de comida.

Desde su infancia tuvo la desgracia de vivir como vagabundo y huérfano, sabiendo únicamente que se llamaba Kim Taehyung y tenía actualmente trece años.
En sus más antiguas memorias recordó que en una ocasión un incendio provocó que se quemara su casa, con todo adentro, incluyendo a sus padres los cuales murieron. Y él como único sobreviviente quedó huérfano, y huyo teniendo que vivir entre las calles, sin hogar.

Debido a que vivía en los callejones, conoció distintas historias de otros indigentes que se protegían entre ellos. Lamentablemente todos mayores que él y le mostraron el mundo del alcohol, las drogas y el sexo. Él ingenuo cayó muchas veces en esas tentaciones a excepción del sexo ya que no sentía atracción por ninguna chica que se le ofrecía. Vivió muchas cosas ese niño, el cual no se ahogaba en el dolor, y solo vivía tratando de sobrevivir.

Pero una tarde fue a un callejón al cual casi no iba debido a que era de los más feos y no creía encontrar nada. Pero esa tarde no había tenido mucha suerte en otros lugares, y su estómago rugía por comida, así que no tuvo otra alternativa más que recurrir a ese callejón.
Buscaba en los contenedores, arrimando basura y urgando en todos los rincones posibles, pero el sonido de pisadas cerca lo alarmaron y se ocultó en una de las cajas enormes que habían ahí.
Se asomó solo un poco, dejando ver sus ojos para observar a un niño más pequeño que él. Pelo negro, tez blanca, vestimenta escolar.
Ahí fue cuando lo vió por primera vez, no sabiendo que ese pequeño niño cambiaría su vida por completo.

-No te asustes-. Le habló el pequeño niño y Taehyung bajó la mirada hasta las manos del niño el cual sostenían una bolsa de galletas. Y su estómago rugió al verlas. -¡Oh! supongo que quieres-. Habló el niño para seguido colocar la bolsita en el suelo, y Taehyung se sorprendió cuando las acercó a él.
Sin duda alguna éste se asomó un poco más para tomar las galletas y volver a ocultarse detrás de la caja para seguido comenzar a devorar gustoso las dulces galletas.
Al probarlas sintió una repentina fascinación hacia esas galletas.

—¿No hablas?—. Lo interrumpió el niño, y Taehyung solo miraba atento al niño sin dejar de comer. No creía que fuera buena idea hablarle, ya que era distinto, un vagabundo y su aspecto asustaría al niño o incluso le provocaría repulsión.
No sería bueno hacer contacto con un niño normal. O al menos eso pensó el castaño de Taehyung, quien no respondió nada. —Bueno, adiós desconocido—. Habló tímidamente el niño, para seguido irse de ahí. Dejando a Taehyung extrañado, nunca le habían brindado alimento gratis, y mucho menos un niño menor que él.

No supo el por qué de sus actos de ese niño pelinegro, pero sin duda eso había sido extraño, nunca había presenciado un acto tan bondadoso o bueno hacia él en su corta vida.
Con el paso de los días decidió regresar a ese callejón, en el cual también volvía el niño para llevarle alimento el cual decía que él mismo preparaba.
Taehyung sorprendido de saber ello probó el alimento y juró que nunca había probado algo más exquisito que la comida de aquel niño, el cual siempre llegaba con una sonrisa, contándole las cosas que pensaba, con ilusión y esperanza en sus ojos diciéndole muy seguido que le encantaba cantar.
Taehyung escuchaba interesado todo lo que le decía el niño el cual decía llamarse kookie. Cada vez más interesado y curioso por la vida de ese niño, el cual siempre lo alimentaba, a pesar de que Taehyung nunca le dijo nada o siquiera se atrevía a mostrarse con claridad ante Kookie.

La Voz Del Alma (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora