- ¡Nati dijo que las alimentes intercaladas! -grito desde el otro extremo del patio donde jugaba con nuestro hijo-
Lali: ¡¿Como intercaladas?! -me respondió algo que no pude entender- ¡Vení que no te escucho! -corrió hasta Nico, lo levanto de un envión y llego hasta mi con el en brazos- ¿Que me dijiste? -estaba sentada debajo de un árbol con mis nenas sobre una manta-
Nico: ¡Papi soltame! -reía mientras Peter lo dejaba sobre el césped y le hacia cosquillas- ¡Papá basta!
Peter: Que si ahora le das el pecho primero a Mia y después a Emma, esta noche tenés que empezar con Emma. Es por algo de los nutrientes de la leche.
Lali: Ahh ok. -dije con Mia alimentándose de mi cuerpo-
Peter: uuuff, como me canse. -se tiro boca arriba y tapo sus ojos con un brazo-
Nico: Estas viejo papi.
Peter: ¡¿Que estoy que?! -lo agarro y lo acostó sobre el- ¡Repetí lo que dijiste!
Nico: ¡No papa! ¡Salí!
Peter: Repetilo Nicolás. -sus manos ya hacían estragos en su pancita- ¿Me dijiste viejo?
Nico: ¡¡Nonono!! -se libero de sus manos y empezó a correr- ¡Viejo!
Peter: ¡Vení para acá! -se levanto de un salto y empezó a seguirlo mientras ambos reían a carcajadas-
Lali: Están locos nuestros hombres, ¿vieron? -acariciaba el cuerpito de Emma, mientras besaba la cabecita de Mia-
Desde la llegada a casa después del nacimiento de las nenas las cosas habían mejorado muchísimo. Nico había madurado de golpe y si bien todavía tenia sus celos intactos, entendía que eran bebes que necesitaban que les estén encima todo el día y permitía que sus hermanitas les roben su tiempo con nosotros. Peter se había vuelvo mucho mas tierno si es que eso era posible- y a pesar de tener que trabajar todas las mañanas desde muy temprano, siempre se levantaba conmigo durante la madrugada cuando nuestras hijas empezaban a llorar y se mantenía despierto mientras yo las alimentaba, para después abrazarme nuevamente y volver a soñar. Mis hijas de cuatro meses eran un mundo completamente distinto, si bien ya era madre de Nico, con Mia y Ema era todo nuevo.
Con Peter nos pasábamos horas descubriendo sus parecidos y diferencias y reíamos a carcajadas cuando lloraban o reían al mismo tiempo, estábamos completamente y perdidamente enamorados de ellas. A pesar de mis dudas sobre el tema, Peter nunca descuido a Nico por querer estar con las bebas, siempre se hacia tiempo para jugar con sus hijo, bañar a sus hijas, mimarme a mi, trabajar y disfrutar con sus amigos, y yo todavía sigo tratando de entender que hice para merecer semejante hombre en mi vida.
La noche había llegado, Peter había sido el encargado de preparar el almuerzo mientras yo alimentaba a las nenas por última vez en el día y una vez que ellas estuvieron dormidas y nosotros terminamos de comer, llego el turno de acostar a Nico.
- Papi... -dijo una vez acostado en su cama- ¿Poque las mellis tienen ojos verdes y yo azules?
Lali: Es tarde gordito, vamos a dormir. -subí un poco más sus sabanas-
Peter: No, para Laa, creo que le tendríamos que explicar. -me miro a los ojos- ¿Te parece?
Lali: ¿No tenés miedo de lo que pueda llegar a pensar?
Peter: No.
Nico: Papi, ¿poque?
Peter: Porque, ¿viste que las mellis llegaron porque nos cumplieron un deseo?

ESTÁS LEYENDO
SALVAME (LALITER)
RomansaEsta historia NO ES MIA, la subio una chica en su blog pero hace varios años el blog dejo de existir y tengo la novela completa asi que he decicido subirla porque se que much@s os quedasteis con las ganas de leerla. Espero que no haya ningun probl...