Capitulo 200

1.4K 25 2
                                        

- ¡Nati dijo que las alimentes intercaladas! -grito desde el otro extremo del patio donde jugaba con nuestro hijo-

Lali: ¡¿Como intercaladas?! -me respondió algo que no pude entender- ¡Vení que no te escucho! -corrió hasta Nico, lo levanto de un envión y llego hasta mi con el en brazos- ¿Que me dijiste? -estaba sentada debajo de un árbol con mis nenas sobre una manta- 

Nico: ¡Papi soltame! -reía mientras Peter lo dejaba sobre el césped y le hacia cosquillas- ¡Papá basta!

Peter: Que si ahora le das el pecho primero a Mia y después a Emma, esta noche tenés que empezar con Emma. Es por algo de los nutrientes de la leche.

Lali: Ahh ok. -dije con Mia alimentándose de mi cuerpo-

Peter: uuuff, como me canse. -se tiro boca arriba y tapo sus ojos con un brazo-

Nico: Estas viejo papi.

Peter: ¡¿Que estoy que?! -lo agarro y lo acostó sobre el- ¡Repetí lo que dijiste!

Nico: ¡No papa! ¡Salí!

Peter: Repetilo Nicolás. -sus manos ya hacían estragos en su pancita- ¿Me dijiste viejo?

Nico: ¡¡Nonono!! -se libero de sus manos y empezó a correr- ¡Viejo!

Peter: ¡Vení para acá! -se levanto de un salto y empezó a seguirlo mientras ambos reían a carcajadas-

Lali: Están locos nuestros hombres, ¿vieron? -acariciaba el cuerpito de Emma, mientras besaba la cabecita de Mia-

Desde la llegada a casa después del nacimiento de las nenas las cosas habían mejorado muchísimo. Nico había madurado de golpe y si bien todavía tenia sus celos intactos, entendía que eran bebes que necesitaban que les estén encima todo el día y permitía que sus hermanitas les roben su tiempo con nosotros. Peter se había vuelvo mucho mas tierno si es que eso era posible- y a pesar de tener que trabajar todas las mañanas desde muy temprano, siempre se levantaba conmigo durante la madrugada cuando nuestras hijas empezaban a llorar y se mantenía despierto mientras yo las alimentaba, para después abrazarme nuevamente y volver a soñar. Mis hijas de cuatro meses eran un mundo completamente distinto, si bien ya era madre de Nico, con Mia y Ema era todo nuevo. 

Con Peter nos pasábamos horas descubriendo sus parecidos y diferencias y reíamos a carcajadas cuando lloraban o reían al mismo tiempo, estábamos completamente y perdidamente enamorados de ellas. A pesar de mis dudas sobre el tema, Peter nunca descuido a Nico por querer estar con las bebas, siempre se hacia tiempo para jugar con sus hijo, bañar a sus hijas, mimarme a mi, trabajar y disfrutar con sus amigos, y yo todavía sigo tratando de entender que hice para merecer semejante hombre en mi vida.

La noche había llegado, Peter había sido el encargado de preparar el almuerzo mientras yo alimentaba a las nenas por última vez en el día y una vez que ellas estuvieron dormidas y nosotros terminamos de comer, llego el turno de acostar a Nico.

- Papi... -dijo una vez acostado en su cama- ¿Poque las mellis tienen ojos verdes y yo azules?

Lali: Es tarde gordito, vamos a dormir. -subí un poco más sus sabanas-

Peter: No, para Laa, creo que le tendríamos que explicar. -me miro a los ojos- ¿Te parece? 

Lali: ¿No tenés miedo de lo que pueda llegar a pensar?

Peter: No.

Nico: Papi, ¿poque?

Peter: Porque, ¿viste que las mellis llegaron porque nos cumplieron un deseo?

SALVAME (LALITER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora