Parte narrada por Roxanne Bennet.
Bueno, al parecer el jefe no suele cumplir sus promesas. No me quiso explicar nada acerca de la licorería y lo que él tenía que ver.
Resoplo cuando hemos llegado al hospital más cercano, para buscar al hombre.
-¿De qué me sirve tanta universidad si usted me trae como su... -susurro pero me veo interrumpida por él.
-Mejor voy contigo -camina a mi lado-. ¿Sueles hablar sola o qué decías?
-Eh no, es que, suelo repetir las cosas en voz alta para que no se me olviden -murmuro. Él asiente, se coloca sus lentes oscuros y camina con la cabeza hacia abajo-.¿Por qué se esconde?
-Hay muchas personas -dice justo cuando pasamos por una sala de espera-. Las personas inventarán cosas si me ven en un hospital contigo.
Ajá, claro.
Saco mi celular y busco el nombre del señor encargado de la licorería.
-Henrik Jonas -le digo a mi jefe cuando nos hemos detenido-. Preguntaré por él.
Me acerco a una barra, la enfermera que se encuentra detrás de ésta me mira esperando a que yo hable.
-Hola, buen día. Quisiera saber la habitación del señor Henrik Jonas -le digo. Ella me inspecciona y achica los ojos.
-¿Usted es su familiar? -teclea en su computadora, luego de mirarme. Asiento-. Él está en la habitación treinta y seis, tercer piso.
-De acuerdo. Muchas gracias -asiento y vuelvo hacia mi jefe, él está desesperado, nervioso, y la verdad no sé porqué.
Quizá el hombre sea algún familiar o conocido de él, ¿no? Sí, seguramente eso es.
-La habitación es la treinta y seis, en el tercer piso. Vamos -le hago una seña y juntos vamos hacia el elevador, subimos, y cuando llegamos al piso buscamos la habitación.
Al encontrarla, abro lentamente la puerta, entonces vemos al hombre ahí. Conectado y rodeado de máquinas.
El señor Nickolas se acerca hasta estar a unos centímetros de la camilla. Lo observa. Parece que está angustiado por el hombre.
-Buen día -una enfermera llega y revisa que todo esté en orden.
-Buen día. ¿Nos puede decir cómo se encuentra el señor? -pregunto yo, ya que veo que el jefe no puede siquiera hablar.
-Está delicado. La bala afectó órganos vitales y la columna vertebral -menciona-. Los doctores están haciendo todo lo posible para que se salve.
Dicho esto, el jefe se va de la habitación sin decir nada.
-Muchas gracias -le digo a la enfermera-. Con permiso.
-Pase.
Camino rápido para poder alcanzar a mi jefe.
Estamos almorzando en un restaurante sencillo, cuando noto que el jefe se empieza a poner nervioso.
-De acuerdo -dice él mientras yo bebo de mi café-. Te lo voy a contar, pero te voy a pedir, por favor, que no me juzgues.
Frunzo el ceño. ¿No juzgarlo? Muy fácil.
-Mhm... Está bien -digo sin problema alguno.
-La otra noche, salí con un amigo, estabamos hablando de que yo estaba harto de todo y él me invitó a vivir una "aventura" -hace comillas con sus dedos-. La idea de todo esto, era ponerme en los zapatos de una persona que no tenga nada que ver conmigo. ¿Me entiendes?
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JEFE
Genç Kurgu"Yo no tenía idea que desde que cambiarían mi puesto en el Grupo Hansen, mi vida daría un giro total. ¿Por qué? Porque me quedé con el jefe más insoportable, gruñón, amargado y engreído que jamás había tenido. Y de quién jamás pensé enamorarme." →Ba...