JEFE

Capítulo 49.

Parte narrada por Roxanne Bennet.

David se encontraba al márgen de mi puerta, parecía como molesto. La verdad no tiene porqué estarlo.

-No respondiste a mis llamadas, no contestaste mis mensajes, Caroline no me ha dicho nada sobre ti, ¿qué pasa Roxanne? Después de que te visité en casa de Nickolas, ya no supe más de ti -entra a mi departamento y da vueltas por la sala de estar-. ¿Qué es lo que está pasando?

-¿Qué es lo que está pasando contigo, David? Siempre te he dicho que no debes preocuparte tanto por mí.

-Me preocupo porque me importas, Roxanne -dice serio-. Y me duele que no tomes en cuenta lo que siento por ti.

-¡Es que ese es el problema! -hablo irritada-. Te agradezco que te preocupes por mí y te agradezco que me quieras como lo haces. Pero sabes muy bien que lo que siento por ti es muy diferente a lo que tú sientes por mí.

-Es como si quisieras alejarme...

-No es así -niego con la cabeza-. Lo que quiero decir es que, no tengo que decirte todo lo que hago o a dónde voy o con quién estoy. Somos amigos, David. Y sabes que si pasa algo en mi vida te lo contaré, porque te quiero y sé que puedo confiar en ti.

-No parece que confíes en mí -se cruza de brazos-. Roxanne, si quieres sacarme de tu vida, dímelo sinceramente y está bien..., aceptaré tu decisión.

-¡Es que no es así! -insisto y después suelto un suspiro-. David, voy a casarme.

Al decir eso, me mira con asombro, sus ojos comienzan a ponerse cristalinos y yo no puedo creer que esté a punto de llorar.

-Y aunque no quiera, sé que todo va a cambiar. Es una nueva etapa de mi vida en la que no tengo idea de cómo van a surgir las cosas -murmuro-, y sé que no será fácil sacar adelante un matrimonio pero estoy segura de lo que voy a hacer y del amor que siento por Nickolas.

Se queda en silencio analizando mis palabras.

-Que me case no significa que ya no seremos amigos -vuelvo a decir-. Por supuesto que seguiremos siendo amigos, pero quiero que desde este momento te preocupes por mí como amigo y no como algo más.

Mueve su cabeza en un asentimiento.

-Entonces está bien... -da unos pasos hacia atrás-. Espero que seas muy feliz con Nickolas. Hasta luego.

Sin decir una plabra más sale de mi departamento cerrando de un portazo.

¡Ufff, Dios mío! Que complicado fue decirle todo aquello.

≈

Parte narrada por Nickolas Hansen.

Cuando terminaron de ponerme un poco de maquillaje para la transmisión de la entrevista, me acomodo en el sofá y un chico viene para ponerme un micrófono en el bolsillo de mi saco azul, cuando se retira, la joven entrevistadora llega y se sienta frente a mí después de saludarme cordialmente.

-Están programados treinta minutos de entrevista -murmura el productor del programa-. Nick, lo único que harás es responder a lo que Sylvia te pregunte, ¿de acuerdo?

Asiento con la cabeza y me cruzo de piernas.

-Público; empieza con aplausos para Nickolas cuando sea presentado, ¿entendido? -les indica a las personas que están en las gradas como público.