Parte narrada por Roxanne Bennet.
Me miro en el espejo. No puedo creer que yo haya llorado tanto por un hombre. No lo merezco. Y por sobretodo, no debí ilusionarme, Nickolas ni siquiera me ve como su amiga, mucho menos me vería como algo más.
Siento el coraje acumulado en mi garganta, yo me ilusioné sóla pensando en que tal vez llegaríamos a tener algo.
Que tonta.
Caroline me lo advirtió muchas veces, ella estaba feliz de que yo aceptara que mi jefe me gustaba, pero también me dijo que no volara muy alto. Que él me gustara no significaba que él sentía lo mismo por mí.
Termino de maquillarme y coloco todos los cosméticos que usé en el cajón del peinador.
—Vaya que corren los rumores rápido —menciona Caroline desde afuera del baño—. Hasta hay una foto de ellos en las redes sociales.
—Te dije que no alucinaba —me lavo las manos y salgo del baño.
—Rox... Es que, te dije que...
—¡Ya sé! ¡Ya sé! —la interrumpo y camino hacia la mesa en donde mi amiga me sirvió el desayuno—. Ya sé todo lo que me dijiste, no tienes que recordarmelo. Pero, ¿sabes qué? No me importa. Esto no me afecta.
—Ah, pero ayer —dice irónica—. Lloraste hasta la madrugada.
—Ya no voy a volver a llorar por un hombre —como del desayuno—. Y si lo hago, me golpeas.
—¡Oye! —me dice como si tuviera una genial idea—. ¿Por qué no sales con David? Él es un buen chico, te quiere y por sobre todo está libre.
—No —muevo mi mano en desaprobación—. No voy a usar a David para olvidarme de otro hombre.
—¡Ahg! Entonces habla con tu jefe... —se da la media vuelta y va por sus tacones—. Explícale lo que sientes y...
—Nooo. Ni loca le digo lo que siento por él.
—No se puede contigo, Rox —suspira—. Bueno, date prisa que vamos a llegar tarde.
Termino rápido mi desayuno y regreso al baño para cepillar mis dientes. Cuando estoy lista, voy por mi bolso y enseguida salimos de mi departamento.
Nos pedimos un taxi que nos lleva a la empresa y al llegar, me toca esperar al jefe, ya que no había llegado.
—Oye —Caroline me llama desde su escritorio, me giro para verla—, sea lo que sea que pase hoy, quiero que sepas que yo siempre voy a apoyarte. ¿De acuerdo?
Frunzo el ceño.
—¿A qué te refieres con "sea lo que sea"?
—No sé, cualquier desición que tomes respecto al tema de tu jefe —alza los hombros.
—No voy a tomar ninguna desición —niego—. El trato que seguiremos teniendo será profesional y... No hay nada más que decidir. Pero de todas maneras, gracias Caro.
—Bueno...
—Buen día, Roxanne —la voz de Nickolas interrumpe a Caroline—. ¿Puedes venir a mi oficina, por favor? Necesito platicar contigo.
—Claro, señor.
Me pongo de pie y lo sigo para entrar a su oficina.
—Siéntate —me ofrece asiento, él rodea el escritorio y ocupa su silla.
—No, así estoy bien —me mantengo de pie frente a su mirada.
—Insisto —vuelve a decir con voz más autoritaria—. Siéntate.

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JEFE
Roman pour Adolescents"Yo no tenía idea que desde que cambiarían mi puesto en el Grupo Hansen, mi vida daría un giro total. ¿Por qué? Porque me quedé con el jefe más insoportable, gruñón, amargado y engreído que jamás había tenido. Y de quién jamás pensé enamorarme." →Ba...