Capítulo 47.

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Parte narrada por Nickolas Hansen.

Me dolía la cabeza insoportablemente; no había dormido ni comido casi nada desde ayer que llegamos al hospital, y, también, desafortunadamente no me habían notificado nada acerca de Roxanne.

Ayer, luego de que corrí por Roxanne, salieron balas disparadas por todas partes, una le dio a Gabriel en el hombro y otra a Roxanne en un costado de su cuerpo. Después llegó la policía y detuvieron a los hombres que quedaron vivos, pero entre ellos, no iba White, porque Gabriel lo mató.

—No has dormido nada, ¿verdad? —me pregunta Valentine tendiéndome un vaso de café.

—No —murmuro y tomo el vaso de café, pero en realidad no se me apetece, al contrario, me provoca náuseas—. Necesito saber que ella está bien.

Pongo el vaso en la mesa central de la sala de espera del hospital y me tiro del cabello.

—No puedo vivir sin ella —me tallo los ojos para no soltar ninguna lágrima—. No quiero vivir sin ella.

—Tranquilo, Nick... —se sienta a mi lado y me abraza—. Ella estará bien.

—¿Sabes todo el tiempo que estuve esperando para encontrar a alguien como ella? —mi voz suena entrecortada—. Muchas veces pensé que no había nadie para mí en este mundo. Incluso se lo dije miles de veces a Olivia, y ella me decía que algún día podría encontrar a alguien que soportara mi mal humor. ¡Y mira, la encontré!

—Definitivamente la encontraste —asiente y acaricia mi cabello.

—Ahora no quiero perderla —me limpio las lágrimas que fueron imposibles de retener.

—¡Ánimo, hermanito! Por nada del mundo pienses que la vas a perder —me dice—. Porque no lo harás, ¿de acuerdo? Ustedes se casarán, tendrán hijos y yo cuidaré de todos mi lindos sobrinos. ¡No pienses negativo!

—Nick, ¿me acompañas? —el doctor llega a la sala y al verme, me hace una seña—. Hola, Valentine.

—Hola, doctor —le corresponde el saludo. El doctor Hook era amigo de mi papá desde hace mucho tiempo, por lo cual lo conocíamos perfectamente y siempre que lo necesitabamos nos ayudaba de alguna manera o nos atendía él.

—Ahora vuelvo —le aviso a mi hermana. Me pongo en pie y camino junto al doctor Hook hacia un pasillo.

—Roxanne está perfectamente bien —palmea mi hombro y eso me hace soltar un suspiro de alivio—. Está fuera de peligro porque extraímos correctamente la bala y le pusimos la sangre que necesitaba. Todo está bien, Nick.

Cierro mis ojos y dejo salir un gran suspiro. Inconcientemente una sonrisa me aparece en el rostro. ¡Estoy muy feliz! ¡Mi novia está bien! ¡Todo está bien!

—Muchísimas gracias, de verdad —me volteo a verlo—. Roxanne es la mujer que amo y tú le salvaste la vida. ¡Gracias!

—Está bien, no tienes qué agradecer —me sonríe y se detiene—. Puedes pasar a verla, esa es la habitación.

Asiento con una sonrisa y camino hasta la puerta de la habitación que anteriormente señaló.

—¡Mi amor! —pronuncio al verla. Está un poco pálida, pero aún así mantiene una débil sonrisa en su rostro—. ¡Mi reina!

—Mon roi —habla con debilidad. Me acerco y deposito un leve beso en sus labios—. ¿Qué te pasó? ¿Lloraste? ¿Por qué lloraste?

—Estaba muy preocupado por ti —comienzo a acariciar su rostro.

—Pero si yo estoy bien... —sonríe—. No me gusta saber que haz llorado.

—Ya no importa —murmuro y beso su frente—. Lo importante ahora es que estás bien, ¿te duele mucho la herida?

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