Para que la pelea que se había desatado entre Scott y yo se detuviera, tuvieron que intervenir un guardia de seguridad de mi casa y Gabriel, el chofer, quién fue llamado por Olivia.
—¡No te quiero ver aquí, maldito! —lo señalo—. ¡Lárgate!
—Tranquilo, Nickolas —Gabriel me detiene—. Tranquilo, ya lo van a sacar.
—¡Llévatelo de aquí! —le digo al guardia de seguridad quién detiene a Scott.
El hombre asiente y lo saca a la fuerza.
Los invitados de mi fiesta están impactados por la escena que se formó. Algunos sacaron sus telefonos para grabar, mientras que otros no podían creer lo que estaban viendo.
—No pasó nada —Kitty habla en voz alta—. ¡Que siga la fiesta!
El Dj sube el volúmen de la música y todas las personas comienzan a bailar de nuevo.
—¿Estás bien, Nick? —me pregunta ella mirando los golpes de mi cara. Asiento con la cabeza.
—¿Quiere ir afuera, Nickolas? —Gabriel me pregunta mientras palmea mi hombro.
—Sí, vamos —caminamos los dos hacia la salida y vamos afuera.
Caminamos en silencio.
Aún siento el coraje en mi garganta y siento que en cualquier momento voy a llorar, porque a mi cabeza volvió aquel día en que Scott le disparó al señor Henrik.
—¿Me quiere hablar de algo? —pregunta mientras caminamos cerca de la piscina—. ¿O no quiere hablar de nada?
Entonces decido contárselo.
Gabriel es una persona de confianza, él nos ha ayudado muchísimo, y además, salvó a Victoria del secuestro.
—Es algo muy complicado —murmuro—. Scott era mi mejor amigo, siempre lo fue. Pero... Sucedió algo que me hizo darme cuenta el tipo de persona que era.
Asiente mirándome fijamente.
—Nosotros salimos a un bar —comienzo a decirle y nos detenemos en una banca que está cerca de una fuente de agua, en el jardín—, esa noche estabamos muy ebrios, él me propuso hacer algo loco y entonces... Llegamos a una licorería, yo pensé que iríamos a comprar alcohol por lo que no le dije nada, pero no fue así.
Trago saliva recordando el momento.
—Scott sacó un arma y apuntó al señor que atendía —miro a Gabriel, pero él sólo escucha—, y le pidió todo el dinero, pero en ese momento el señor sacó un arma también y fue allí cuando Scott le disparó. Yo... Yo no sabía qué hacer, estaba en shock, y ver al señor ahí rodeado de sangre simplemente...
—¿Llamaron a la policía? —me interrumpe y toma asiento en la banca.
—No, ¿cómo íbamos a hacer eso? Si lo hacíamos iríamos a la cárcel —me siento a su lado—. Yo simplemente no supe que hacer y me fui. Huí como un cobarde.
—Uhm... —lo piensa un momento—. Pero, usted no iría a prisión si no le disparó. ¿O sí le disparó?
—¡Por supuesto que no! —muevo mis manos—. Yo ni siquiera tengo un arma.
—¿En el lugar había cámaras?
—Supongo que sí, pero... Llevábamos máscaras. Lo peor de todo esto, fue que yo pasaba cada maldito día preocupado por el hombre y a Scott no le importaba en lo más mínimo, él lo tomó todo como un juego y ni siquiera le preocupa que nos puedan encontrar.
—Ahora entiendo su pelea...
—Sí —murmuro—. Lo bueno es que el señor no murió, él está bien e irá mejorando.

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JEFE
Roman pour Adolescents"Yo no tenía idea que desde que cambiarían mi puesto en el Grupo Hansen, mi vida daría un giro total. ¿Por qué? Porque me quedé con el jefe más insoportable, gruñón, amargado y engreído que jamás había tenido. Y de quién jamás pensé enamorarme." →Ba...