Capítulo 16.

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Llego al departamento de Roxanne y me detengo pensando en que si será buena idea entrar o no.

Al carajo todo.

Toco dos veces la puerta. La música ya se escucha dentro y supongo que he llegado justo a tiempo.

Roxanne me abre la puerta.

Dios, está hermosa.

Su cabello castaño cae por sus hombros en rizos, lleva un vestido corto color rojo que, además de llamativo se le ve provocativo.

-Hola -balbuceo.

-Señor... -su expresión denota sorpresa, pero luego es reemplazada por una sonrisa-, ¿qué hace aquí?

-¿Qué hago aquí? -frunzo el ceño. Estoy apunto de recordarle que ella me invitó, pero su amiga Caroline aparece junto a nosotros.

-¡Pasa! -Caroline me jala del brazo y me adentra al departamento-. ¡Bienvenido a mi fiesta, que bueno que estás aquí!

Dicho esto, se va a bailar al centro del departamento con algunos otros chicos.

Miro a Roxanne, ella camina hacia mí con pasos firmes y al llegar a mi lado, me dedica una pequeña sonrisa.

-¿Podemos hablar? Necesito decirte algo -le digo antes de que ella hable. Asiente con confusión y me hace una seña para ir hacia el pasillo del departamento.

La sigo, admirando su figura esbelta.

-¿Qué es lo que quieres decirme? -pregunta al girarse. En el pasillo no hay ninguna persona, por lo que podemos hablar tranquilos.

-Roxanne, quiero pedirte disculpas -tomo una de sus manos y la acaricio-. Perdón por todas aquellas veces en que te he tratado mal, tú no haces más que ayudarme y... En serio, lamento si en alguna ocasión te he faltado el respeto, o no te he tratado como lo mereces.

Sus ojos grises me observan fijamente.

-¿Aceptas mis disculpas? -coloco una mano en mi pecho. Ella sonríe.

-Claro, entiendo que aveces puedas tener malos días -murmura.

-Gracias por hacerlo, en verdad -le dedico una sonrisa.

-Eh... ¿Y nada más viniste a disculparte? ¿O te quedarás a la fiesta? -ladea su cabeza y suelta su mano de la mía.

Mhm... Es extraño. Pareciera como si no recordara que me invitó.

-Me quedaré -asiento.

-De acuerdo, diviértete -sonríe y se aleja de mi lado.

Se ve tan sexy con ese vestido...

Shhh, no puedo estar pensando en eso.

Camino de regreso a la sala y me acerco a la barra de la cocina, en donde hay botellas de licor, cerveza y vino.

Abro una botella de licor y me sirvo en un pequeño vaso de cristal. Le doy un trago y noto que el sabor amargo cala en mi garganta.

-¡Miren a quién tenemos por aquí! -un chico moreno se acerca a mí acompañado de otros dos más-. El millonario Nickolas Hansen bajó con los mortales.

Me aclaro la garganta.

-¿Y tú quién eres? -achico los ojos. Los dos a su lado sirven licor en vasos.

-Soy Johan S... -se detiene-, no importa, igual el famoso millonario no conoce a sus inferiores.

¿Qué le pasa a este chico?

-¿Tienes algún problema con que esté aquí? -ladeo mi cabeza sin entender lo que le sucede.

-No, no, para nada. Yo suelo ser...

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