Vaso roto

Capítulo 11. Malos hábitos

Nota: He decidido empezar a contar la historia desde otros puntos de vista además del de un narrador omnisciente; ya sea desde el punto de vista del protagonista o de otros personajes que aparecen. Al principio de cada capitulo pondré quien está narrando para evitar confusiones.

También aprovecho esta nota para avisar que por motivos personales (escuela) no podre actualizar tan seguido, pero haré mi mayor esfuerzo.

¡Un saludo para ti que estás leyendo, muchas gracias por seguir la historia!

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Narrado por Nicolás.

Me desperté enredado entre las sabanas, estaba sudando. ¡Cómo odio el verano maldita sea!, últimamente las mañanas han sido calurosas, bueno, el resto del día también es muy caluroso. No soy muy fan del calor ni del verano, lo único bueno que le encuentro al verano son las vacaciones, faltaba sólo esta semana y sería libre de la universidad pero sólo durante unos ¿2 meses?

Tendría que volver a iniciar otro año escolar después de las vacaciones y ese finalmente sería mi último año, qué rápido ha pasado el tiempo… Y hablando del tiempo, hoy había soñado con algo que paso hace mucho….

Me levanté de la cama sin ánimos, era martes, odio los martes, nunca pasa nada interesante los malditos martes, casi de forma automática fui al baño para tomar una ducha, mi vida era una maldita rutina.

Mientras me duchaba comencé a recordar mi sueño, otra vez había soñado con ese bastardo, amo a Edgar, siempre lo he hecho pero es algo que tengo que reprimir para no romper la amistad que tengo con ese imbécil… y soñar con la vez que se subió encima de mí para devorarme el cuello no me sirve de nada.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que eso pasó? ¿2 años?... En esos tiempos Edgar tenía como 20 años, ¿ahora cuántos tiene? ¿22? Sí, han pasado 2 años desde la incómoda platica de “me arrepiento por lo que pasó, seamos sólo amigos” desde entonces nada de nada, Edgar ha cumplido su promesa de una manera muy severa, somos mejores amigos y a estas alturas veo muy lejos volver a ser como antes, la última vez que sentí sus labios en mi piel fue hace dos años. Mataría gente por volver a sentirlo.

Ya he superado bastante las cosas, no sigo sufriendo por aquel acuerdo, debería agradecer seguir siendo su mejor amigo después de todo lo que pasó, pero que haya superado algo no significa que no me muera de ganas por él.

Puedo tolerar verlo enamorado de Daniela, y eso es un maldito gran logro. Y hablando de Daniela, últimamente la he visto algo rara, desde hace unos meses atrás que ya no es la misma, pero parece que sólo yo lo noto. Pues mi novia y Edgar parecen que no notan ningún cambio en esa mujer.

¿Por qué siempre le doy vueltas a todo cuando me estoy duchando?, estar enamorado de alguien que no te corresponde es horrible, siempre te pierdes en tus pensamientos por culpa de esa persona. Estoy seguro de que si Edgar supiera que estoy enamorado de él me mandaría al carajo, lo puedo apostar. Y es que está tan enamorado de Daniela a tal grado de no interesarle nada más, y yo, bueno, me gusta creer que soy alguien importante en su vida.

Todavía nos gusta jugar a tratarnos como esposos, en ocasiones me dice “mi amor” o ese tipo de apodos cursis, no ha cambiado mucho conmigo, antes solía creer que yo también le gustaba a él, pero sólo basta con ver como mira a Daniela para tirar mi idea a la basura.

En fin… Han pasado dos años desde que acordamos tratarnos sólo y exclusivamente como amigos, estamos en el penúltimo año de la carrera, cuando se acabe esta semana saldremos de vacaciones y pasaremos al ultimo año de la universidad. El tiempo pasa tan rápido, y yo sigo enamorado de ese idiota que me hace tan feliz.