Predestinados

S E I S

Forzosamente, cada uno de los involucrados se reunió al fondo del campo de fútbol. Jeon Jungkook, su séquito de bastardos, incluyendo a su primo de último año, y por supuesto Dakota. Todos estaban ahí, aunque realmente ninguno parecía entusiasmado.

-Entonces diremos que estuvimos en el bar Condesa, Lexi y yo aclararemos que tan solo estábamos discutiendo por chicos y al final ella se marchó sola, a partir de entonces, el resto de la historia será su problema ¿De acuerdo?- preguntó la chica y todos asintieron, sin embargo a mí no me había agradado en absoluto la forma en que ella había dicho eso. Eso no era tan solo "mi problema", pues fue ella quien me forzó a salir esa noche.

Hablábamos acerca de un lío grande, todos estábamos involucrados en un crimen de allanamiento y ahora también podríamos ser los sospechosos perfectos para el secuestro y asesinato de Ruth Martin, pero eso no le interesaba.

Al hablar de esa forma Dakota demostraba que le importaba un demonio como limpiaría mi nombre, a ella solo le interesaba su propia vida. ¡Vaya amiga! Pensé, pero no dije nada.

Después de eso pensé que las cosas fluirían de mejor manera. Era una mentira sencilla y convincente. En un principio todos se apegaron al plan, sin embargo no contábamos con que la policía no se fiaría únicamente de nuestra historia..

Tan solo un par de días después, los oficiales nuevamente visitaban la escuela y a todos nosotros nos sacaban en horas de clase para interrogarnos.
Nos sentamos en una fila a la entrada de la dirección y a un lado tenía a Dave Ford, el chico de cabello obscuro con la perforación a un costado del labio. Luego estaban los gemelos Clayton y finalmente Jungkook y Dakota, quienes ni siquiera se dirigían la mirada ahora.
Era penoso y pese a todo me hacía sentir rabia contra ese chico descarado que tan solo había buscado sexo en mi mejor amiga.

Para ese momento aún consideraba a Dakota como mi mejor amiga, aun cuando todo ese gran lío hubiera sido en gran parte, protagonizado por ella, pues nada de eso habría ocurrido si esa noche no me hubiese forzado a salir de casa con un grupo de menores infractores.

De la oficina del director salió Michael, el primo de Jungkook.

Lucia preocupado, algo tenso pero no había forma de preguntarle la razón porque todos debíamos mantenernos en silencio.
El sujeto tan sólo movió una ceja en dirección a Jungkook, quien lo miraba fijamente como si intentase leerle el pensamiento, pero fue inútil.
La siguiente en ser citada fue Dakota y en tan solo un par de minutos todo nuestro plan se fue al desagüe.
Al final le pidieron al resto de los presentes que aguardaran y me pidieron pasar únicamente a mí.

De inmediato me puse en pie, en tanto Dakota salía con la cabeza abajo sin dedicarme ni un segundo la mirada.
Pude saborear la traición de inmediato.

El policía se acomodó al frente de la mesa y yo tomé el asiento disponible intentando prepararme mentalmente para cualquier pregunta y mantener ante todo la calma, pero lo cierto es que mis engaños ya habían sido descubiertos.

-Señorita Cassidy, entiendo perfectamente por lo que está pasando, sé que está preocupada y sé que usted no es la responsable del homicidio de Ruth Martin, sin embargo, me gustaría que me contase cada detalle de lo que ocurrió esa noche, sin censuras y sin engaños- advirtió- ahora mismo hable con Jeon Michael, quien se negó a responder a mis preguntas cuando le dije que la policía había registrado las cámaras de seguridad del Bar Condesa, y ninguno de ustedes aparece ahí la noche del viernes- explicó y sentí mi rostro palidecer por completo. Esa debía ser una trampa, una mala broma. Intenté mantener la calma y no abrir la boca, pero alguien más ya la había abierto por mí- Sin embargo Dakota ha decidido colaborar y explicar lo que ocurrió esa noche- continuó hablando y mi mandíbula casi cayó al suelo por el impacto- No te preocupes, a nosotros no nos interesa saber a qué casa entraron y que hicieron en ella, pero es prudente que hables acerca de lo que sucedió cuando te marchaste sola, tu amiga nos ha explicado que estabas enfadada y que ella no volvió a saber nada de ti el resto del fin de semana... podemos hablar de eso, ¿Qué hiciste el fin de semana? ¿Por qué no hablaste con nadie acerca de lo que sucedió en el vehículo de ese hombre? ¿Lo habías visto antes? ¿Sabes su nombre?- me interrogó sin parar y en ese momento decidí que no seguiría colaborando.