C I N C U E N T A Y D O S

232 34 5
                                    


-¡Lexi!- la voz de Larissa me alcanzó al igual que sus veloces pies que corrían tan ligeros como una liebre- espera no puedes llegar y golpear su puerta- me dijo, aunque yo no tenía eso en mente.

Caminé con cautela hasta la casa que parecía igual a cualquier otra en ese vecindario, pero yo sabía que ocultaba un secreto.

-No pienso golpear la puerta- murmuré y miré con atención el perímetro.
Todo parecía estar en calma. En efecto, nadie más que nosotras estaba ahí y el instinto de espionaje me atacaba.
Momentos después el automóvil de Dave llegaba y aparcaba al otro lado de la calle.
De ahí, salió junto con Jungkook y ambos observaban cada uno de mis movimientos intentando descubrir cuales eran mis intenciones próximas.

-Vamos linda, no es seguro que estemos aquí, avisemos a la policía- me dijo Dave pero yo negué.
Esa era la oportunidad de nuestras vidas y yo no planeaba irme de ahí sin tomar una prueba contundente primero.

-Parece que no hay nadie aquí- pensé en voz alta y merodee por el jardín, fisgoneando por las ventanas como un ladrón.

-Lexi- dijo Dave con un suspiro y luego el silencio reino cuando apoyé las manos en el marco de una ventana y al levantarla esta se abrió- ¡Lexi!- gritaron todos al verlo.

-Esto es todo lo que necesitamos, podríamos encontrar alguna pista ahí, si este sujeto es el asesino quizá encontremos una buena prueba en la casa- insistí sin hacer muchas preguntas y saltaba como una rata al interior, siendo guiada por una fuerza sobrenatural, más potente que cualquier palabra de mis amigos.

-Ni soñando, yo no entraré ahí- dijo Larissa, finalmente insegura por la idea.

-Bueno, bien, ya basta, iré contigo, tomarás lo que tengas que tomar y luego saldremos de aquí quieras o no e iremos a la policía, debes prometerlo Lexi, prometelo ya- exigió Jungkook y yo asentí entusiasmada desde el interior tranquilo de esa casa.

-Maldita sea, hagamos esto rapido- bufó Dave, mientras a unos metros, Larissa retrocedía.

-En verdad no planeo entrar ahí- dijo.

-Esta bien, puedes vigilar, asegúrate de que nadie venga y si ves a alguien gritas- le dije y ella frunció el ceño.

-Si grito, los estaría delatando- replicó.

-Pues piensa en algo, ten toma las llaves del auto- le arrebate las llaves a Dave y se las lance a la chica, quien no dudó en alejarse ni un segundo.

-Le has dado las llaves de mi auto a Larissa- dijo el sujeto y reí.
Sabía que esa no era la mejor idea, pero apostaba a que ella no se iría a ningún lado sin nosotros.
Caminé tan pronto como pude a lo largo de la sala, seguida de cerca por Jungkook y Dave.

-¿Que es lo que buscamos exactamente?- preguntó Jungkook mientras yo olfateaba el lugar como un can.
Esa casa tenía un aroma extraño como azufre o ácido, no sabría describirlo con exactitud.

-Algo que compruebe que aquí vive un asesino, no lo sé, un martillo con sangre, ropa de mujer...

-¿Una mano?- preguntó Dave y ambos chicos rieron por la absurda idea.

-Es probable- refunfuñé- tan solo encuentren algo que sea de utilidad- demandé.

Recorrimos la planta baja juntos y deambulamos sin ruta por un minuto hasta que me encontré con un portaretratos con la fotografía un hombre que posaba al frente de un venado muerto y entre sus brazos sostenía una escopeta.

-Es un cazador- la voz de Jungkook se escuchó por detrás de mí y salté ligeramente por la sorpresa pero luego mitigué el susto suspiré.

-Parece el mismo tipo que conocí la noche en que asesinaron a Ruth- musité.

PredestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora