Predestinados

C U A R E N T A Y C U A T R O

3 meses después.

Otro ciclo escolar. El último para ser más específica. Era difícil imaginar que en solo un año más tendría que pensar en una universidad. Era aún más complejo pensar en las materias optativas que eligiría según mis intereses.

-Aun no sé que estudiaré en la universidad. ¿Cómo quieren que decida ahora?- bufé mientras miraba el tablero de clases optativas, en tanto Dave anotaba risueño en un cuaderno.
El a diferencia de mi, parecía muy seguro con su futuro como médico, así que sabía bien que eligiría las clases como biología y química.

-Toma las mismas clases que yo, nena. Quiero que estemos juntos... puedo ayudarte con la tarea- trató de convencerme pero negué.
Sabía que era pésima en ese tipo de temas, aún cuando contara con el mejor apoyo.

-No quiero ser una carga, elegiré las clases más sencillas, de todas formas compartiremos varias clases obligatorias- le dije y él asintió.
Tomó de su mochila una cinta de vídeo y me la entrego.

Otra más de esas. Me preguntaba si finalmente podría obtener algo de ello.
Durante las últimas semanas él me había conseguido varias cintas de la cámara de seguridad del local de su tío, con la pequeña esperanza de brindarme una oportunidad de encontrar al asesino responsable de tantas muertes en la ciudad.

-Debo irme, ¿Quieres que nos veamos para comer?- preguntó tras dejar un pequeño beso en mi mejilla y asentí.
El chico se alejó y di un pequeño suspiro.
Apenas un mes atrás decidimos ponerle un nombre a esa relación. Tan solo había transcurrido un mísero mes y yo ya tenía decenas de dudas en mi cabeza.
¿Que haría con todo eso? ¿Realmente era capaz de ser su novia?

Ya tenía el título puesto pero no estaba segura de que era lo que sentía aún.
Me entristecía no sentir ese fuego arder dentro de mi.

Mi madre me dijo que al crecer las cosas cambiaban y las relaciones no eran igual que cuando era más joven, pues comenzaba a madurar y ver las cosas de forma distinta, sin embargo no lo soportaba.
No soportaba la idea de que no pudiera enamorarme de la misma forma que antes y al pensar en ello, volvía a pensar en Jungkook.

Recordarlo era extraño. No me causaba el mismo dolor aunque si un poco de temor, especialmente por saber que podría encontrarlo ahí mismo, en cualquier momento.

Elegí mis clases optativas, basándome en lo que me resultara más sencillo. Muchos alumnos mediocres como yo hacían eso. Era preferible a romperse la cabeza pensando que clases serían productivas y te dejarían un gran aprendizaje para la universidad.
No quería apresurarme tanto.

Aunque era de imaginarse que ese mismo pensamiento lo tendría alguien como él chico que había llegado a mi mente incluso antes de que pudiera verlo.

Mi primera clase era Literatura y recordaba que Jungkook detestaba esa materia, los temas algunas veces resultaban bastante aburridos, sin embargo, Literatura era por mucho, una materia más simple que Química, la cual los alumnos más valientes como Dave habían elegido.

Marché sin mirar ese par de ojos verdes que en un principio tampoco me miraron. Parecía ocupado en su propio mundo y yo aproveché un lugar vacío en la mesa de una chica que no reconocí en absoluto.
Una pequeña morena de rizos abundantes y nariz perfilada.

-Hola- saludó amigablemente unos momentos después.

-Hola- sonreí a medias, suponiendo que se trataba de una alumna de nuevo ingreso- mi nombre es Lexi- me presenté.

-Soy Larissa- dijo ella y hasta ahí llegó nuestra pequeña conversación.

Unos minutos después entró el profesor al aula y dió una pequeña introducción acerca de lo que su clase abarcaría a lo largo del ciclo escolar.
Sin embargo el hombre parecía hablar en otro idioma en esos momentos pues no era capaz de entenderle nada.