Crucé el jardín frontal de la casa de Dave y noté que los vehículos de sus padres no se encontraban. No me sorprendía que hubiera aprovechado ese momento para invitar a sus amigos, no era algo extraño en él.
Toqué un par de veces el timbre pero el escandalo proveniente de la planta alta no me permitía ser escuchada.
-¡Dave!‒ refunfuñé entre dientes y tomé una piedra para arrojarla en dirección a la ventana de su habitación.
Tomé otra piedra e hice lo mismo por segunda ocasión, para finalmente ver la ventana abrirse, pero para mi sorpresa me encontré con la sonrisa de la chica nueva del colegio.
¿Qué diablos hacia ella ahí?
-¡Hola Lexi!‒ gritó desde arriba con esa vocecilla chirriante y su melena rizada se movía majestuosamente con el viento‒ es Lexi‒ anunció la chica y arqueé una ceja.
Hasta ese momento no había tenido la oportunidad de montarle una escena de celos a Dave y no quería comenzar esa tarde, pero no entendía porque esa chica estaba ahí cuando Dave ni siquiera me había invitado a mí.
-Pensé que se trataba de una reunión de chicos‒ murmuré cuando la puerta se abrió y finalmente me encontré con Dave y sus labios que sin preguntar plantaron un pequeño beso en los míos.
-Dímelo a mí‒ rodó los ojos y suspiró‒ Jungkook invitó a Larissa sin avisarme y esa chica nos está arruinando el partido, no se calla ni un momento‒ explicó la razón por la que ella estaba presente y me contuve la necesidad de esbozar una expresión de sorpresa.
No quería lucir incomoda, así que en lugar de eso decidí recurrir a la escena de celos con Dave para desviar cualquier posible sospecha.
-Vaya, gracias por invitarme‒ bufé y cerré la puerta con dureza a mis espaldas, descargando mi tensión de esa forma.
Me precipité a subir las escaleras y pese a que sabía que Jungkook estaba ahí arriba, estaba más preocupada por saber lo que Larissa estaría haciendo ahí.
Dave mencionó que Jungkook fue quien la invitó esa tarde y eso desató una intriga dolorosa en mí. ¿Acaso ellos estaban saliendo?
Era muy pronto para eso. Apenas habían pasado dos semanas desde que Larissa inició el curso en esa escuela, aunque yo conocía perfectamente a Jungkook y sabía que él siempre iba al grano con las chicas.
-Lo lamento, linda. Sé que no te gusta el futbol y no pensé que querrías venir con un montón de idiotas, pero de saber que Larissa estaría aquí te habría dicho‒ dijo el rubio mientras subía las escaleras tras de mí y yo apenas podía escucharlo ahora. El corazón me latía con fuerza y abrir la puerta de su habitación, suspiré aliviada.
-No te preocupes‒ musité.
Observé a Larissa que se encontraba tendida en el suelo a un lado de uno de los gemelos Clayton, y a una distancia considerable, Jungkook estaba cómodamente recostado en la cama, devorando un bote de frituras.
Al menos me complacía no haber encontrado a la chica recostada sobre su cuerpo, eso habría sido terrible... ¿Terrible? ¡Mierda!
Debía quitar esa cara de estúpida pronto.
-¡Lexi! Qué bueno que estás aquí, me estaba aburriendo infinitamente‒ exclamó la chica y Dave a mi lado rodó los ojos discretamente‒ ven conmigo‒ exigió y obedecí.
Me senté a su lado y Dave me siguió fielmente para sentarse del otro lado.
-¿Quieres comer algo?‒ me preguntó pero no esperó a mi respuesta‒ ordenemos otra pizza, aún tengo hambre‒ sugirió y Nick Clayton se apresuró a seguir la orden.
Mientras tanto me tomaba un minuto para recorrer la vista por la habitación, en un esfuerzo inútil por intentar echarle un vistazo a Jungkook.
A mi lado Dave de inmediato interrumpió mis lamentables esfuerzos.
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Predestinados
FanfictionUna mirada, una sonrisa, un beso. La historia de la chica a la que el amor y la muerte la persiguen. Esta historia estaba adaptada con personaje masculino a Harry Styles. Todos los créditos a su autora
