C U A R E N T A Y S I E T E

233 30 0
                                    

En cuanto llegó la noche, escuché a los gemelos hablar acerca de una fiesta en la casa de una chica del colegio. No era de nuestro grupo social pero debido a que se rumoraba que sería una fiesta grande, mucha gente estaba invitada y suponían que no sería un problema llegar sin invitación.
Sin embargo, no estaba segura si asistiría ya que Dave iría.

-Le prometí a mi padre que lo acompañaría a una cena importante esta noche‒ me explicó y yo le aseguré que no iría sin él, pero la insistencia de Larissa me hacía titubear.

-Vamos, no seas aguafiestas‒ reclamó cuando abandonamos la casa de Dave y esa chica se adhería a mi como una goma de mascar.
Ahora registraba mi armario en busca de algo que pudiera usar.

Ella no tenía ni un gramo de vergüenza y buscaba los conjuntos más pequeños y ajustados.

-¿Qué te parece este?‒ preguntó, enseñándome una falda de licra obscura y una crop top rojo sangre que jamás habría utilizado juntas, pues ambas eran demasiado reveladoras y yo creía que debía existir un balance.

-Luce bien‒ mentí y ella lo arrojó a la cama, donde yo continuaba sentada meditando.

-Perfecto, póntelo‒ demandó y resoplé como un caballo, demostrando que jamás lo haría.

-Pensé que era para ti, ese no es mi estilo‒ negué.

-Es tu ropa Lexi, por supuesto que es tu estilo‒ insistió.

-Pero jamás combinaría ambas cosas, mis padres no me permitirán salir de esa forma.

-No te preocupes, usarás un abrigo‒ me arrojó un chaleco de cuero e hice una mueca. Ni siquiera estaba segura si debía ir. No tenía tantos ánimos de asistir a la fiesta de una desconocida, a no ser que hubiera algo más importante que me hiciera pensarlo dos veces.

Larissa dio un par de vueltas por la habitación, eligió algo que ella utilizaría esa noche y luego se encargó de agregar joyería y un par de botas altas a mi atuendo.

-Parezco un transexual‒ carcajeé al verme a un espejo. Ese quizá era el estilo que elegiría en una pijamada cuando jugara a los disfraces ridículos.

-Para nada, los transexuales visten de leopardo y medias de red‒ replicó y ajustó su sostén antes de enfocarse en mí.

-Te mostraré un secreto‒ dijo.
Se acercó hasta mí y levantó mi blusa por detrás para desabrochar mi sostén y jalar de él con tanta fuerza como si se tratara de un corsét.

-Ay, ¿Estás loca?‒ me quejé por la incomodidad y ella rió.

-La belleza duele‒ se justificó sin prestarme atención y luego, anudó el sostén en lugar de abrocharlo, para que esta forma estuviera más ajustado y resaltara mi pecho.

-Vez a lo que me refiero, ahora parece que pasaste de una talla B a una D‒ apuntó y volví a reír, aunque no me causaba tanta gracia.

-Se burlaran de mí, esto se ve muy falso‒ repliqué.

-Pero no es falso amiga, es solo una manita de gato‒ alegó, y yo dudé por un momento pero de igual forma no dije nada.

Esa chica me recordaba a Dakota. De alguna forma me recordaba a esa gran amistad que se esfumó tanto tiempo atrás y pese a que pensaba muy diferente a mí no quise contradecirla porque me daba cuenta de que había pasado mucho tiempo rodeada de chicos y necesitaba una nueva amiga.
-Lexi‒ habló después de un momento de silencio y la miré para salir de aquel transe al que me condujeron mis pensamientos‒ ¿te incomodaría si intentara algo con Jungkook?‒ preguntó.

Aparentemente, Larissa difería de Dakota al preguntar un poco acerca de mis sentimientos, pero de una u otra forma, me resultó inesperado y negué a causa de la incomodidad.

PredestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora