Capítulo 1: Dulce venganza
Completamente cubierta de lodo. Así fue el primer problema que hizo que se desencadenaran muchos otros.
Mi uniforme, mi buen humor, y mi día; todo arruinado.
Tenía que admitir que yo no era una persona para nada positiva, y mucho menos alguien agradable.
En el instituto tenían diferentes palabras para describirme. Entre ellas: Egocéntrica, malhumorada, altanera, amargada...
Y no lo mencionaba para desmentirlo, no había que dejarse llevar por mi nombre; cualquiera que me conociera tenía en claro que era lo contrario a un caramelo.
Yo era mas bien un caramelo ácido.
Es por eso que solo tenía una amiga en ese lugar. La única persona que podía soportar, y la única persona que me soportaba.
Porque, para dejar en claro, yo no quería más amigos. ¿Está mal decir que los odiaba a todos? O en mejores palabras, ninguno me caía lo suficientemente bien en aquel lugar.
Y en ese momento, una persona me caía peor.
Para mi suerte, por fin había llegado al último año de instituto. Estaba muy cerca de poder librarme, por lo que tenía en mente intentar pasarlo lo mejor posible.
Pero demás está aclarar que no pasó nada de lo que tenía planeado.
Me siento sobre el césped, debajo de un árbol para ocultarme del sol, y conecto mis auriculares. Estoy en el pequeño parque ubicado al lado del patio del instituto. Como de costumbre, en los recesos siempre me alejo de los demás y disfruto de escuchar música sola.
Claire, mi mejor amiga, debe estar rondando por la cafetería, mesa por mesa, buscando algún chisme con el cual entretenerse.
Ventaja de tener amigos por todos lados: saber todo sobre todo.
Ella, a diferencia mía, es una persona muy social que tiene amigos por todo el instituto. Claire es una chica muy agradable, y la única persona a la que considero amiga a pesar de que seamos muy diferentes.
Al principio no la soportaba. Me parecía una persona demasiado irritante, por lo que un día simplemente derramé un vaso de jugo encima suyo a propósito para callarla. Sin embargo, no se enojó conmigo tras eso, y luego me di cuenta de que no era como yo creía en cuanto tuvimos que hacer una tarea juntas la hora siguiente a esa. A partir de ahí nos hicimos mejores amigas.
Una linda historia...
Mis pensamientos se ven interrumpidos en cuanto algo —O mejor dicho alguien— capta mi atención por completo.
Él.
Con su estúpida sonrisa —igual de espantosa como el primer día— y su característico cabello castaño alborotado, hablando entretenido a lo lejos con su grupo de amigos patéticos. Qué horror.
Se acabó mi paz.
Hoy se cumple una semana desde el incidente con el lodo, y eso no significa que ya lo olvidé. Internamente siempre tuve en claro que no puedo dejar todo así como así; él se había burlado de mí en mi propia cara, no hizo mucho esfuerzo por ayudarme e incluso me dejó con las palabras en la boca; es evidente que todavía no puedo dar por finalizado al asunto.
En estos días me molesté en saber un poco acerca de este chico, ya que antes de lo que sucedió no tenía ni la menor idea de quién era.
Y por las dudas, me veo en la obligación de recordarme a mí misma que no lo he acosado ni nada por el estilo.
ESTÁS LEYENDO
Endulzando a Candy ©
Teen Fiction❝Lo único que Candy tiene de dulce, es el nombre❞ Detrás de esa carita de ángel se encontraba una chica con un carácter de mierda, actitud rebelde y bastante amargada. Candy era el tipo de persona con la que Enzo no quería tener problemas, y Enzo e...