Capítulo 26: La fiesta | Parte dos.
Observo con estupefacción la escena que está sucediendo a tan solo unos metros de mí. Por alguna razón no sé cómo reaccionar.
Por un momento creí que quizás no era Enzo, que era algún otro chico disfrazado de policía, puesto a que no debe ser el único con ese disfraz. Pero no, aún con la escaza iluminación del lugar, estoy segura de que es él.
Esto es... Un poco extraño.
Sé que Claire tiene una pequeña obsesión con los chicos que juegan al fútbol. Sus tres novios anteriores, pese a ser de otros institutos, también se dedicaban a jugar en los equipos escolares. Pero, a pesar de eso, nunca me la hubiera imaginado a los besos con... Él.
De repente, noto como alguien golpea la guitarra que estoy cargando, lo que provoca que casi pierda el equilibro. Mierda, estoy de pie como una estúpida en medio de un tumulto de gente que está bailando, tomando y drogándose como si no hubiera un mañana.
Y todo por observar de forma atónita a Claire junto a un idiota.
Y encima con una guitarra que no es mía. Es que, ¿Quién rayos trae una guitarra a una fiesta de este estilo? Aunque sea de disfraces, solo alguien que está loco lo haría.
Estar entre tanta gente provoca que comience a sentirme un poco mal, por lo que me tambaleo ligeramente. Me siento agobiada, muy agobiada. El calor en la casa incrementó demasiado, y en este lugar hay demasiada gente; incluso podría jurar que cada vez hay más, pese a que esta sala de por sí es enorme.
No quiero pensar cómo estarán las personas que tienen un disfraz caluroso.
Dispuesta a alejarme un poco de todos, me dirijo lentamente hacia un rincón del living, al lado de una mesa repleta de botellas de alcohol casi vacías y algunos snacks. Será mejor que permanezca aquí un rato; no solo para sentirme un poco mejor, sino que también para evitar que la guitarra se dañe.
Debo encontrar rápido a Slash... No creo que se haya ido tan lejos, solo espero que no esté llorando en algún rincón. Luego de lo que presencié en el segundo piso, supongo que se enfadó al ver a los amigos de Enzo estando juntos en el baño.
Pero, ¿Quién rayos es él? Su nombre me resulta demasiado familiar, pero gracias a su disfraz no puedo reconocerlo.
Involuntariamente, mi vista vuelve a posarse nuevamente sobre Claire y Enzo, quienes parecen seguir besándose de forma desenfrenada en medio del gentío. A pesar de la oscuridad del lugar, las luces de la fiesta me dejan ver la desagradable escena: Ella está agarrada a su cuello, y él la toma de la cintura.
Lo detesto.
Parece que Kast se dedica a besar a cualquier tipa que se le cruce, puesto a que hace un rato cuando por accidente me topé con él, estaba haciendo exactamente lo mismo.
Incluso pensar en él me hace enojar. Aún no olvido lo que dijo hace muchos minutos atrás.
«Da igual si lo estás o no, eres Candy»
Mierda. Realmente lo detesto.
Intento no darle demasiada importancia, pero por alguna razón, quizás sus palabras me dolieron un poco.
Solo un poco.
Tendré que hablar con Claire luego. Ahora está demasiado ocupada con Enzo, y aunque disfrutaría mucho arruinarle otro beso, prefiero no acercarme a él nuevamente.
Me obligo a quitar la vista del lugar en donde ellos se encuentran, y opto simplemente por observar la mesa a mi lado, lo que me recuerda que no he tomado nada desde que llegué, y ya siento mi garganta seca.
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Endulzando a Candy ©
Teen Fiction❝Lo único que Candy tiene de dulce, es el nombre❞ Detrás de esa carita de ángel se encontraba una chica con un carácter de mierda, actitud rebelde y bastante amargada. Candy era el tipo de persona con la que Enzo no quería tener problemas, y Enzo e...