Capítulo 7 | Entre la espada y la pared

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Capítulo 7: Entre la espada y la pared

21:26
[Candy]: Hola imbécil.

No, eso suena demasiado agresivo, y la idea es lograr que acceda a esperar a que consiga el dinero para solucionar el problema, así que: Eliminar y vamos de nuevo...

21:26
[Candy]: Hola Enzo.

¡No! Odio su nombre, y si lo llamo así resulta demasiado suave.

Luego de pensar unos segundos, decido poner solo un hola y decirle quién soy.

21:27
[Candy]: Hola, soy Candy.

Ahora sí. Envío el mensaje sin pensarlo demasiado. ¿Pero qué se supone que debería decirle a continuación?

Anteriormente le mencioné que conseguir el dinero sería lo más sencillo, ¿Y si cree que ya no quiero pagar y finalmente le cuenta todo al director?

¿Por qué no puedo salir de este problema?

Lección aprendida: La venganza no es buena.

Segunda lección aprendida: No hay que dejar pistas en caso de rayar autos.

Aunque esa cancelaría la primera, pero no importa.

Enzo dijo que necesitaba ese dinero cuanto antes, y ahora sí que no va a darme un simple susto, ahora va a matarme...

Dejo de enredarme entre mis pensamientos en cuanto mi celular emite un sonido. Observo la pantalla y entro un poco en pánico al ver que me llegó un mensaje. Y de él.

21:30
[Enzo]: Bueno, parece que al final sí querías mi número.

21:30
[Enzo]: Podrías habérmelo pedido ;) ¿Cómo lo conseguiste?

Me apresuro en responder antes de que comience a pensar estupideces, y no me interesa si cree que respondí demasiado rápido.

21:30
[Candy]: ¡Eso da igual!

21:31
[Candy]: Te hablo por algo importante, es sobre el dinero del auto...

Espero unos minutos su respuesta. Mientras tanto intento pensar cómo conseguiré un trabajo tan pronto... Y de qué.

¿En qué soy buena? Quizás durmiendo, pero no creo que ningún trabajo pida eso como requisito.

Lo único que sé, es que puedo asegurar una cosa: No trabajaré de paseadora de perros.

Además, a pesar de que no tengo mucho conocimiento sobre autos, es bastante dinero el que debería cobrar para pagar el daño.

Si no me equivoco deben volver a pintar la puerta para sacar el caramelo.

Involuntariamente se me escapa una sonrisa al recordar mi dibujo. ¿Me arrepiento? Depende. Depende de qué tanto hayan querido matar a Enzo.

21:35
[Enzo]: Qué sucede con eso?

Recibo su respuesta y mis manos comienzan a sudar. Prefiero serle sincera y decirle todo de una vez:

21:36
[Candy]: bueno, resulta que se negaron a darme el dinero que necesito para pegarte.

21:36
[Candy]: Pagarte*

21:36
[Candy]: No es que quiero pegarte.

Bueno, en realidad... No, no importa.

21:36
[Candy]: Básicamente me dijeron que trabaje para conseguirlo, por lo que no puedo dártelo hasta que consiga un empleo... Y no sé cuanto tiempo lleve buscar uno. Sé que necesitabas el dinero, pero... Surgió este imprevisto. ¿Crees que podrás esperar?

Endulzando a Candy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora