Capítulo 25 | La fiesta | Parte uno

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Capítulo 25: La fiesta | Parte uno.

De forma dubitativa, abro la puerta principal del hogar de Claire, sintiendo que mi cuerpo se paraliza de forma automática.

Suelto un suspiro y decido dar unos paso, adentrándome, y cerrando aquella puerta detrás de mí. Rápidamente el olor a marihuana y alcohol invade mis fosas nasales, lo cual me hace esbozar una mueca extraña.

Está bien, era de esperarse, no hay nada sorprendente aquí...

Frente a mí se encuentra una gran cantidad de personas bailando por todo el living y la música comienza a aturdirme un poco debido a lo fuerte que está. ¿Qué música es esta? Ni siquiera lo sé.

Desde el primer momento fui consciente de que realmente este lugar estaría repleto de gente. Para comenzar, la casa de Claire es lo suficientemente grande como para que quepa una gran cantidad de personas, pese a que ella solo vive junto a sus dos padres, ya que es hija única. Ellos incluso tienen un gran patio trasero, con una pequeña piscina.

Supuse que la fiesta se desarrollaría allí afuera, pero no, esta gente está ocupando toda la casa... O bueno, al menos todo el living.

Me alivio un poco al ver a todos con sus respectivos disfraces, ya que por un momento tuve miedo de ser la única idiota con un disfraz, pero no, todas las personas a las que puedo divisar llevan uno, como si se tratara de una fiesta de Halloween o algo así, fiestas que por cierto siempre me parecieron ridículas, pero aquí estoy, disfrazada de una especie de... Demonio, o lo que sea.

De todas formas, observando los disfraces que se encuentran cerca de mí, supongo que hubiera llamado la atención al no traer uno.

Sigo analizando el lugar con detenimiento, y me doy cuenta de que no logro reconocer rostros familiares.

Tal vez es porque el lugar está prácticamente oscuro, y solo luces de fiesta lo iluminan. De todas formas, el hecho de no poder reconocer a nadie no es algo que me sorprenda del todo, ya que me considero bastante despistada como para darme cuenta de si la persona frente a mí es de mi instituto o no, pero aunque no fuera de esa forma, estoy segura de que eso seguiría costándome bastante, puesto a que veo muchos rostros ocultos debajo de máscaras o de maquillajes muy elaborados.

Es extraño ver tanta gente aquí, ya que la fiesta solo acaba de comenzar. Me atemoriza el hecho de que quizás con el paso de las horas llegue más gente, aunque internamente sé que será así, puesto a que, como mencioné antes, Claire tiene amigos y conocidos por todos lados, y es capaz de haber invitado incluso a personas con las cuales solo cruzó una palabra en toda su vida.

Siento mi estómago revolverse.

Mierda, necesito calmarme, no estoy acostumbrada a estar en lugares en los cuales hay muchas personas, me hace sentir agobiada.

Solo debo tener en mente que estaré aquí poco tiempo; mi objetivo ahora es encontrar a Claire y hacer que deje de estar molesta conmigo.

Ya estoy aquí, ya hice un esfuerzo...

De repente, la puerta por la que ingresé a la casa se estrella contra una de las alas de mi disfraz al ser abierta por otra persona, provocando que me desestabilice un poco. Por un momento, olvidé que aún sigo de pie frente a la puerta principal, casi como si estuviera paralizada.

—Lo siento, hermosa. No te vi— El muchacho que abrió la puerta se coloca delante de mí, con una sonrisa coqueta.

Agh, no puede ser.

Con cara de pocos amigos, vuelvo a dirigir mi vista hacia las personas que se encuentran frente a mí, y decido caminar hacia el patio trasero de la casa, intentando hacerme paso entre todos los que están bailando y alejándome de aquel desconocido al cual ignoré por completo.

Endulzando a Candy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora