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Capítulo 36 | Abrumada

Capítulo 36: Abrumada

4 AM.

Son las 4 AM y aún no logro conciliar el sueño, no importa en qué posición esté, no hay forma de que consiga dormirme, y sé perfectamente quien es el culpable de esto.

Después de lo que sucedió detrás de las gradas no pude dejar de pensar una y otra vez sobre lo mismo, todavía no comprendo qué fue lo que hice.

Ni tampoco por qué lo hice.

Solo sé dos cosas: La primera es que quiero desaparecer, y la segunda es que no me atrevo a ver a Enzo ni en fotos.

Y no exagero, no sé cómo haré para volver a mirarlo a la cara.

No tuve la oportunidad de cruzarme con él el resto del día escolar, lo cual fue un gran alivio para mí, pero el problema llegó cuando recordé que debía ir a cuidar de Alessia... A su casa.

Luego de pensármelo mil veces, tome la decisión de enviarle un mensaje a Danielle avisándole que no iría porque me sentía mal, lo cual no está del todo errado, me siento pésimo.

Es el sentimiento de saber que la cagué.

No solo le había correspondido el beso a Enzo Kast, quien para colmo debe haberse besuqueado con media ciudad — Y no me agrada demasiado la idea de haberme sumado a la lista invisible—,  sino que también había besado al nuevo interés amoroso de Claire.

Puede que ella no tenga ningún sentimiento romántico hacia él ni nada por el estilo, pero aún así me considero una pésima mejor amiga.

Todavía sigo sin comprenderlo, ¿Por qué me besó? Estoy segura de que Enzo no siente nada extraño —Es decir, romántico— hacia mí, nadie lo suficientemente inteligente lo haría, pero... ¿Entonces? ¿Fue solo un impulso?

No lo sé y no voy a saberlo porque no pienso preguntárselo. Estoy segura que de tan solo intentarlo, me acobardaría totalmente.

Es la primera vez que no voy a cuidar de Alessia un día en donde debería, y si bien no me arrepiento ya que pude ahorrarme el hecho de quizás toparme con Enzo, sé que eso es algo temporal, ya que será inevitable tener que verlo de nuevo en algún otro momento.

Mierda.

Estaba teniendo una racha de días no tan malos y ahora me viene a pasar esto.

¿Cuándo será el día en el que deje de meterme en problemas por culpa de mis arranques estúpidos?

Estoy enojada, y no solo con él, también conmigo por seguirle el maldito beso. Si tan solo pudiera regresar el tiempo atrás...

En definitiva, así es como se tira a la basura todo el avance y el tiempo en el que logramos mejorar bastante nuestra relación, porque después de esto, no creo que todo sea igual que en estas últimas dos semanas.

¿Es demasiado estúpido pensar que quizás, solo quizás, Enzo se olvide?

Sí, lo es.

Sin dudas este tema está volviéndome loca.

Lo único que me tranquiliza un poco es que es cuestión de tiempo para que deje de ser la niñera de Alessia, y a partir de ese momento ya no tendré nada que ver con él.

Si no me equivoco, quedan solo dos semanas.

No sé quién es la persona que se hará cargo de la niña luego, pero eso no es de mi incumbencia, yo ya habré saldado mi deuda.

Ya podré dejar atrás todo lo que comenzó con un caramelo dibujado sobre su auto.

No más bañar muñecas, hacer meriendas, jugar juegos de mesa, y lo más importante: No más... Él.