Capítulo 24 | Demasiada presión

2.2K 266 104
                                    

Capítulo 24: Demasiada presión

Muevo mis manos con nerviosismo e intento distraerme buscando alguna serie para ver en mi laptop. Aún así, no encuentro nada que llame mi atención.

Y sé que no es culpa del catálogo.

Las dudas insisten en dominar mi mente una y otra vez, y no puedo hacer más que estar totalmente inquieta.

Luego de confesarle a Claire que por obvios motivos no iría a su fiesta de cumpleaños, mi amiga estuvo ignorándome y evitándome el resto de los días, y no solo en el instituto, sino que también ignoró algunos mensajes que le envié. Desde el martes, solo optó por permanecer junto a sus amigas durante todo el horario escolar, incluso en la parada de autobús.

En pocas palabras: Realmente está enojada conmigo.

¿Tan importante es asistir a una estúpida fiesta de cumpleaños? Parece que sí, al menos para Claire.

Aunque me encontraba molesta por lo sucedido en el partido de fútbol, estar absolutamente sola durante todo el día en el instituto el resto de los días fue... Horrible. Y mucho menos llevadero.

Adoro estar sola; disfruto mucho de estarlo y de tomarme un tiempo para permanecer lejos de los demás, pero esta era otra clase de soledad... Había olvidado lo que era estar completamente sola, sin nadie para escucharte ni un solo segundo del día.

Me sentí penosa.

Y ridícula. Muy ridícula.

Hoy es viernes. Y gracias a ciertas personas en el pasillo de la escuela que gozan de hablar en voz alta y de forma escandalosa, sé que hoy es la fiesta de cumpleaños de Claire.

O mejor dicho: Mañana. Ya que sé que comienza a las 12 en punto.

Por eso, la idea de asistir estuvo molestándome un poco todo el día. Me siento un poco presionada, ya que siento que si no voy, Claire no va a perdonármelo.

Mierda. ¿Qué se hace en estas situaciones?

Debería haberle dicho que asistiría y luego ofrecerle la excusa de que estoy enferma o algo por el estilo. Suspiro y golpeo mi rostro con una de las almohadas sobre mi cama una y otra vez.

Solo debo distraerme y olvidarme del tema. Si es posible, incluso me dormiré a la fuerza. Aunque, sorpresivamente no me siento cansada, lo cual es extraño debido a que hoy tuve que cuidar de Alessia, y esa niña siempre logra agotar toda mi energía.

Para mi suerte, luego de lo que sucedió el martes no volví a cruzarme con Enzo. Aún siento un escalofrío recorrer por mi espalda cada vez que recuerdo lo que sucedió, aunque haya terminado burlándome de él.

Sí que sabe cómo joderme.

Deposito suavemente la laptop sobre mi cama. En la pantalla se ven unas cuantas series para escoger, pero eso tendrá que esperar; lo primero que haré será darme un baño para despejarme e intentar disipar las dudas... y tal vez, hasta la culpa de no ir.

Salgo de mi habitación y me dirijo al baño que se encuentra cerca, pero antes de poder ingresar a él, soy interceptada por Kayla, quien me mira con curiosidad desde el marco de la puerta de su habitación.

—¿Hoy no es la fiesta de esa amiga tuya? ¿La modelito?— Curiosea.

Paso una mano por mi rostro con frustración. Estoy intentando dejar de pensar en eso y esto es lo que recibo. Parece una broma de mal gusto.

—¿Cómo es que tú sabes eso?— Pregunto de forma tosca.

—Te recuerdo que yo también iba a tu instituto. Sigo teniendo contactos allí, y en redes sociales una descubre todo— Explica, cruzada de brazos—. ¿Irás a darte un baño para ir?

Endulzando a Candy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora