Capítulo 27 | La fiesta | Parte tres

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Capítulo 27: La fiesta | Parte tres.

ENZO

Con molestia, le doy una profunda calada a mi cigarrillo mientras observo como Candy desaparece de mi campo de visión, totalmente molesta.

Esta vez no voy a seguirla.

Decido sentarme sobre el frío suelo del patio trasero al sentir una punzada de dolor en mi pierna lastimada. Sigue doliendo un poco pese al haber utilizado tanto hielo.

Suspiro con frustración y sacudo mi cabeza intentando que las palabras que le dije no regresen a mi mente. Pero es en vano, el sentimiento de la culpa me consume.

«Da igual si lo estás o no, eres Candy»

Fui un imbécil.

Le dije casi lo mismo que oí una vez en una de las mesas de la cafetería del instituto.

Nadie puede negar que Candy Dobbs es hermosa, pero eso siempre se vio opacado por su irritante personalidad, por esa razón es que nadie se fija en ella de esa manera. Lo consideran una pérdida de tiempo.

O al menos eso explicó Becca una vez.

Y tienen razón, sería una pérdida de tiempo creer que Candy pudiera fijarse en alguien de ese lugar, pero hoy más que nunca puedo negar las palabras que le dije; Sí, ella puede generarte un gran dolor de cabeza, pero la loca se ve jodidamente hermosa, y no, nada puede opacar eso.

Sobre todo hoy, con ese disfraz tan provocativo.

Incluso noté que no soy el único que se dio cuenta, vi a más de uno observándola como si fuera una especie de presa a la cual cazar.

Paso una mano por mi cabello, un poco irritado.

Supongo que solté aquella estupidez solo para no admitir que sí se veía extremadamente sexy. Realmente ni siquiera esperaba verla aquí, en este tipo de fiestas.

En definitiva, no hay tregua que nos ayude. Candy tenía razón, hacer que nos llevemos bien es una misión casi imposible; si no es ella quien arruina todo, entonces soy yo.

Le doy una última calada a mi cigarrillo y luego lo tiro al suelo, pisoteándolo.

Ni siquiera debería estar haciendo esto.

Si quiero dar mi máximo nivel en el juego, no debo beber alcohol, ni tampoco fumar. Siempre debo estar lo más rápido posible, tanto para entrenamientos como para partidos, y lo que menos necesito ahora es generar una especie de adicción.

Mi padre me mataría si me viera en este instante.

Desde mi lugar, busco con la vista a mis amigos. Se supone que llegué aquí junto Aisha, Alec y Félix, pero ni bien ingresamos, todos nos separamos y no los volví encontrar.

Espero que no se metan en problemas, sobre todo Alec, quien llegó aquí ya borracho y un poco drogado en una especia de "previa" que hizo él solo.

Me pongo de pie y sacudo un poco mi disfraz de policía. No voy a quedarme aquí sentado por siempre.

Sé que debería disculparme con Candy, pero no creo que quiera verme ahora, lo mejor sería hablarle en otro momento.

Supongo que mi objetivo ahora es buscar a alguien con quien divertirme, al menos luego de que mi beso con aquella chica castaña llamada no-tengo-idea fue interrumpido.

Muy oportuna Candy Dobbs.

Con este disfraz estar con alguna chica resulta demasiado sencillo, más de una se me abalanzó diciendo cosas como:

Endulzando a Candy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora