Vaya, estos años sí que pasaron muy rápido. La escuela y la universidad no fueron fáciles pero al fin había culminado mis estudios.
-¡Sam, te extrañamos tanto! -una expresión de felicidad se formó en su rostro.
-¡Yo los extrañé más! -abracé muy fuerte a mi madre, luego me agache para estar a la altura de mi hermanito y poder abrazarlo.
-Ven, pasa, ¡Tenemos tanto de qué hablar! -mi madre era como mi segunda mejor amiga, ella me contaba las cosas que pasaban en San Diego (CA), mientras yo estaba en San Francisco (CA).
-¡Claro! -me senté a conversar toda la tarde con mi mamá, la verdad estuvo muy entretenido.
Hablamos de todo, de lo que había vivido en estos años sin verme; de como le iba a Milton en el Kinder, entre otra cosas.
***
- ... Así que ¿Camile aun es nuestra vecina? -hice una mueca de disgusto al recordarla, ella nunca me cayó bien; era muy presumida, solo andaba con chicas rubias al igual que ella. Para mi ella era una perra y sí que tenía mis razones, entre una de ellas, mi primer novio. Ella me lo robó, fue una de la peores cosas que pudo pasarme.
- Sí, la chica tiene mala fama, su nombre es muy conocido por el vecindario. Además era de esperarse, porque después de lo que te hizo, la verdad a mi ya lo me sorprende -dijo alzando la cejas, yo sólo asentí.
Debía relajarme un poco antes de desempacar, darme un baño era una buena idea.
Pasada una hora, salí del baño, me puse mi pijama y me concentré en leer algo que encontrara en mi habitación.
-¡Milton, ve a llamar a tu hermana, por favor! -escuché el grito de mi madre, lo cual significaba que en cualquier momento mi...
-¡Samantha! ¡Hora de la cena! -sabía que me llamaría. Para tener 5 años la pronunciación de Milton era bastante buena, sólo que el sonido de su voz era algo chillona aún.-¡Ya voy! -traté de sonar animada. Bajé al comedor, hoy es domingo, noche de pizza.
Mamá sonrió: -Cariño, ¿Podrías ayudarme? -traía en sus manos los platos aún vacíos y sobre éstos tres vasos de vidrio con coloridos diseños.
-¡De inmediato! -corrí hacia ella y tomé los vasos con cuidado, los deposité en la mesa, luego coloqué los platos vacíos y me senté a esperar junto con Milton a que mamá trajera la pizza-Mamá, la pizza se ve deliciosa, de seguro la hiciste tú -sonreí mientras me servía una rebanada de pizza.
-Ojalá les guste -articuló con dificultad esas palabras, ya que estaba con la boca llena.El sueño se apoderaba de mi, pero no quería dormir aún. Continué con mi lectura, ''El Principito'', me faltaban unas cuantas páginas para acabar, pero de pronto un sonido me desconcertara y me despierta la curiosidad: -¿Qué es eso? -me quité los anteojos, el claxon de una motocicleta me llamó la atención. Me asomé a la ventana, efectivamente era una motocicleta, en ella había un chico y una chica -Hey, ¿Esa es Camile? -alcé las cejas, al parecer era ella y si no me equivoco el chico era su... ¿Novio? -De seguro es un gótico ugh -gruñí-. No es posible que tenga a un chico lindo como novio, o sea, ¡Es una perra! Que pensabas, Sam. -reí y continué con mi libro.
-¡Sam! ¡Despierta! -gritaron en mi oído, era esa voz chillona.
-Umh... -me quejé- ¿Qué quieres, Milton? -tapé mi cara con las sábanas- ¡Son las 6:30 de la mañana! ¿No debes estar durmiendo?
-¡Pero tengo que ir al Kinder! -suplicó- Mamá se fué al trabajo, te dejó esto -me dio las llaves del auto, de la casa y una nota.
-A ver... Bla, bla, bla, vuelve a las 11:00 pm... Okey, vamos, ¿Ya estás listo? -me levanté de la cama y saqué una blusa del cajon de mi ropero.
-¡Sí! Sólo me falta mi chaqueta, mi mochila ya está abajo.
-Okey, ve a bajo, ahora voy -asintió y se fue corriendo. Me di un rápido baño, ¡Hasta pude romper un récord! Luego me puse la blusa, era blanca, combinaba con unos shorts verde agua y unas sandalias con diseño. Me hice una cola de caballo y listo. Bajé, tomé la mochila de Milton y entramos al auto, un deportivo rojo. Milton ya había desayunado así que no nos tardamos mucho en llegar al Kinder...
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Dulce Lado Oscuro.
Mystery / Thriller«Misterios, un plan, ¿algo más que desees ocultar? Tristan, eres ingenioso, no lo niego, pero tus ojos muestran cómo eres por dentro. Sabes desechar tus sentimientos y herir sin sentir remordimiento. Convénceme que conocerte no fue parte de lo qu...