Volumen Ocho: Luna de Sangre - Cuarta Parte

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—¿Qué haces aquí, paladín? —le preguntó una mujer encapuchada a Conrad East, mientras él apenas abría sus ojos tras un derrumbe.

—... ¿Paladín?... Yo no... ¿Qué hago aquí?... Exploraba... estaba explorando... —balbuceó con dificultad. Había dolor en sus pulmones y sangre en su boca.

—¿Explorabas las montañas? ¿Tú solo?

—Fue... una orden de Arthur el Perfecto... yo y otros guerreros... nos separamos —cuando trató de levantarse, notó que su pierna derecha se había fracturado, y al caer al suelo, notó que su brazo derecho también.

—¿Arthur? No conozco ese nombre...

—... Es muy famoso en Creación. Muy temido. Desde hace muchos años —logró murmurar el guerrero después de sus gritos de dolor, que la mujer ignoró completamente.

—¿En qué año estamos? —si antes había sonado enojada, ahora solamente parecía curiosa.

—En el... 185 Después del Primer Emperador...

—¿Primer Emperador?

—... ¿Qué?

—¿Desde cuándo existe un imperio en Creación? —entonces la mujer se agachó junto al guerrero desplomado, acercando las manos a medio metro de sus fracturas.

—Desde hace 185 años...

—¿Cuándo sucedió la Intervención Divina?

—Oh, el otro calendario... eso fue hace... este sería el año 292 después de la Intervención Divina...

—... ¿Cómo está el cielo?

—¿Qué?

—El cielo, necesito verlo, ¿es de día o de noche afuera?

—No sé... no sé cuándo caí aquí, o si me desmayé...

—Vamos —le dijo ella, hablando como si fuera una orden—, tus fracturas ya están mejor.

—¡¿Qué?! —y así era, el guerrero pudo ponerse de pie y seguir a la mujer mientras salía a la superficie.

Fue un camino largo y oscuro, pero ella parecía emanar su propia luz. "... O es una hechicera eclipse, o estoy alucinando" pensaba él. "La curación es hechicería Luna, la luz es hechicería Sol... espero que eso sea todo".

Salieron de la cueva, y aunque Conrad había hecho el mismo recorrido pocas horas antes, todo le pareció nuevo.

El cielo nocturno los recibió, y la luna brillaba color de sangre.

—Lo que me temía... por eso desperté... con la suerte de tener un invitado sin invitación.

—¿Eh?

—Me imagino que Kendrik murió hace siglos.

—Kendrik... ¿El Elegido del Justo Sol?

—Sí, ¿ahora hay más Kendriks?

—Muchos... no sólo el nombre se repite en Creación, también sus descendientes lo llevan como apellido.

—... ¿Y Fata?

—... Lo mismo. Existen muchas personas llamadas Fata, en honor a la Elegida de la Luna... y su descendencia lleva Fata como apellido —algo en la mujer era atrapante, como si su capucha ocultara la belleza de la luz solar, y sus movimientos, la fuerza de un incendio... a pesar de que la calma la rodeaba completamente.

—... ¿Qué ha pasado en todo este tiempo? ¿Qué ha sido de Creación?

—Depende de... ¿desde cuándo? Cuándo fue que tú...

—... Estuve ahí con Kendrik cuando el Sol lo eligió, y seguí con él hasta su muerte, cuando su hijo tenía veinte años... fue ese mismo día cuando dormí... hasta ahora.

—... ¿Quién eres?

—Soy Kendra, llamada así por el mismo dios Sol, para guiar siempre a Kendrik en su guerra contra Locura, y creo que Creación me ha olvidado.

Fin de la cuarta parte del volumen ocho

Fin del volumen ocho

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