El Último Relato

Volumen Quince: Redención - Primera Parte

Segundo día del año 294 Después de la Intervención Divina, segundo día de la Nueva Paz de Creación

—Curandera, no te quedes atrás —ordenó Dennis Bonham Tercero.

—... —la hechicera Ciervo apuró el paso sin decir nada.

—Defensor, quédate al frente —volvió a ordenar el representante del imperio.

—... —el guerrero Lechuza se centró en la marcha.

—Trampero, encárgate de ese rincón —señaló con una mano, sin mover su cabeza o sus ojos.

—... —el discípulo León se apresuró en montar una simple trampa.

—Iluminador, aumenta el brillo —siguió hablando el guerrero Bonham.

—... —el paladín Sol se concentró más en el hechizo de luz que envolvía su maza.

—Eliminadora de objetivos, mantente cerca de mí, pero no demasiado —concluyó el hermano de la famosa héroe conocida como Convicción.

—... —la berserk Lobo Blanco se alejó unos pasos de él.

—Sigan así y tendremos mejor éxito que la expedición anterior. Desde el principio debí venir, pero mi familia opinaba en contra. Esta vez, no podemos fallar.

—... —ninguno de sus cinco acompañantes dijo nada.

—¡¿Quién anda ahí?! —reconocieron el rugido de un fanático.

—¿Franck? —preguntó el trampero discípulo.

—¿Kai? ¿Kai Baldwin?

—El mismo, de vuelta en nuestras tierras.

—Es bueno ver que el imperio no te ha consumido.

—Aún...

—Vi a Kasia hace poco, ¿hablaste con ella?

—Nunca fue posible... ahora venimos a...

—Venimos a tener el éxito que la expedición anterior no tuvo —interrumpió Dennis—, estoy aquí para asegurarme de eso.

—... —ni siquiera Franck le dio otra respuesta más que mirarlo en silencio.

—¿Sabes dónde han ido, fanático?

—Encontrar su rastro será fácil, si no tienes problemas en manchar tu armadura con toda esta telaraña...

—Nada mancha las armaduras del imperio.

En silencio, Franck y Kai buscaron marcas en la tierra y los árboles. Tardaron poco en hallar pisadas de botas.

—Cinco diferentes y todas yendo en el mismo camino —dijo el fanático.

—Sin duda son de ellos —agregó el discípulo.

—Guíanos entonces, trampero, y no olvides seguir haciendo tu trabajo cuando pasemos por un punto de posible emboscada. Los demás, misma formación anterior —ordenó Dennis.

—Kai Baldwin, señor.

—¿Perdón?

—Mi nombre es Kai Baldwin.

—Y tu función es poner trampas y conocer el camino, así que...

—Y mi nombre es Olive Renard, señor —interrumpió la hechicera Cierva.

—Cedric Erbey, señor, no "iluminador" —siguió el paladín Sol.

—Mi reino me conoce como Alec Gwyllion, señor —y el guerrero Lechuza.