capítulo XLIII (43)

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_ Voy a salir y quería saber si necesitabais algo.

_ No.

Luego me miró a mí.

_ Yo tampoco, gracias.

_ Me gustaría hablar contigo antes de que te marches, ¿podrás esperarme Beca?

_ Está bien.

Después volvió a dejarnos solas.

_ Por eso has venido a Londres, él está aquí, ¿verdad?

_ No lo sé.

_ ¿Quieres decir que has venido a este lugar sin saber si lo ibas a encontrar?

_ He venido para poder olvidarlo pero es difícil y luego lo vi una vez aunque de eso hace meses, ahora no sé nada de él.

_ Los de vuestra especie le dais mucha importancia a los sentimientos, a las emociones a la hora de relacionaros.

_ ¿Qué quieres decir?

_ Que para vosotros el amor es un sentimiento, es cariño, respecto, pasión... no sé, tiene que haber emociones.

_ Así es como debe ser, ¿ no?

_ No sé, a mí me enseñaron que el amor es un acto físico, una necesidad, he visto a mi hermano con muchas mujeres y con todas ellas no ha estado más que un par de días, toma lo que necesita de ellas y ya está, tiene que ser así, no se nos permite otra cosa, solo se nos permite la unión entre seres de la misma especie. Luca no debió besarte, a pesar de lo que digan te considero mi amiga pero si no te has enamorado de él no hay peligro. ¿Sabes que deberías hacer?, mi hermano me contó que querías ver a tus padres, tal vez ahora sea un buen momento, estar unos días con tu familia te hará bien, sé que no supones ninguna amenaza para nosotros, no tenemos de que preocuparnos. Y otra cosa, si ese amor del que me hablas es tan grande como dices deberías buscarlo y luchar por él y si no te corresponde es que no merece tu amor, ¿ y ahora qué te parece si te levantas y bajamos a la cocina?

Me preparé unas tostadas y café, luego me senté y Maya lo hizo a mi lado.

_ Maya tengo que decirte una cosa, la otra noche cuando vino tu madre escuché la conversación, yo no quería pero pensé que igual hablarías de mí, no sé porque lo hice, tendría que parar de escuchar cuando supe que el tema era personal pero no sé porque no lo he hecho, lo siento mucho, por favor no se lo digas a tu hermano, yo necesitaba decírtelo.

_ Está bien, no sé cómo pudiste estar tan cerca de nosotros sin que notásemos tu presencia pero ya está hecho y me alegro de que me lo cuentes, eso dice mucho de ti.

_ Gracias, aún así estoy preocupada ¿y si las cosas no salen bien, y si Luca no les convence para que tú madre entre en ese consejo?, ¿qué pasará contigo?

_ No tienes de que preocuparte, todo saldrá bien, mi hermano es un buen orador y la gente le escucha, de todas maneras siempre hay un segundo plan, por eso estaré en un lugar seguro durante un tiempo, la que me preocupa eres tú.

_ ¿Yo, por qué?

_ Porque tienes una gran facilidad para meterte en líos.

_ Lo de aquellos vampiros fue una fatal casualidad.

_ No solo es lo del callejón, también me he enterado de que les has hecho una visita y que casi acabas nuevamente muerta.

_ Pero no me pasó nada, de todas maneras he logrado sobrevivir durante todos estos años sin ayuda de nadie así que creo que puedo seguir haciéndolo.

_ Tal vez pero hasta ahora yo no te conocía y no me importaba lo que te ocurriese, ahora es distinto, te considero mi amiga y no me gustaría que te pasase nada malo.

Qué eres tú?  Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora