capítulo LXI (61)

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Diego había dicho aquellas palabras sin apenas fuerza y con una voz débil.

_ Yo no te he rescatado, solo la protejo a ella.

_ No tienes porque hacerlo, ahora estoy yo aquí.

_ ¡Tú!, no creo que ahora sirvas de mucho.

_ ¿Quieres averiguarlo?

_ ¡Basta ya!

Aún no habíamos empezado el viaje y ya estaba siendo un horror, necesitaba hacer algo.

_ Tal vez deberíamos ir por separado, vosotros podéis adelantaros, Diego, yo y si os parece bien Akos iremos a unos metros por detrás, así no habrá más enfrentamientos, nos encontraremos donde vosotros digáis.

_ ¡De ninguna manera!, no dejé a Sandro en esa cueva llena de vampiros para ahora perderos de vista y que tú disfrutes de tu novio, vas a cumplir con lo prometido.

_ ¡Por supuesto que lo voy a hacer!, yo cumplo mis promesas pero no quiero ver más enfrentamientos.

_ Pues te aguantas, además no será por mucho tiempo, solo necesitamos movernos más rápido.

_ Esto está resultando de lo más divertido pero tienes razón, si queremos acabar con la duda de si es o no la elegida debemos apresurarnos pero antes nuestro amiguito tiene que comer y nosotros debemos reponer fuerzas también, esperemos que a nuestro regreso os encontréis aquí  o de lo contrario tu compañero custodio sufrirá.

_ ¿Crees que hemos hecho todo este viaje para ahora irnos sin él?

Después de haberse ido Diego y sus dos acompañantes, Akos y algunos de su manada también desparecieron, él también necesitaba hablar con la manada lejos de custodios y vampiros además de reponer fuerzas, yo me había sentado a descansar debajo de un árbol. Estaba agotada después de tantas emociones vividas, Luca le dijo algo a Maya que yo no logré escuchar luego se fue, ¿es que no nos iba a acompañar, y si yo ahora que tenía a Diego cambiaba de opinión?, ¿ no le preocupaba que eso sucediese? Pensar en Diego y verlo de aquella manera me producía dolor y hacía que temblase todo mi cuerpo, ¿qué estaría haciendo?, saber que podía estar  alimentándose de alguna chica me ponía celosa. ¿Y qué pasaba con Luca?, me había dejado muy claro que ya no quería tener nada conmigo, que yo era un monstruo, ¿ entonces porque me daba la impresión que por momentos se preocupaba por mí?, me acerqué a su hermana que estaba a dos árboles más a mi derecha.

_ Siento todo esto Maya.

_ No pasa nada, ¿quién me iba a decir a mí que aquella chica que encontré en aquel callejón estaría tan llena de sorpresas?, aunque siento que esto no va a acabar bien para alguno de nosotros, simplemente me preguntaba con quien te quedarás cuando todo esto termine.

_ No entiendo Maya.

_ Claro que entiendes, los dos están enamorados de ti, un ángel y un vampiro, me pregunto cómo lo has conseguido.

_ Yo no...

_ Lo sé, tranquila, sé que esto no es culpa tuya pero tienes que entender que es un poco raro, ¿y quién será el elegido?

_ No es así Maya, Diego ha sido una parte importante de mi vida pero ya no estamos juntos, él tiene ya una compañera y yo no podré esperarlo eternamente.

_ ¿Entonces te quedas con mi hermano?

_ ¡No, el me odia, me detesta, cree que soy un bicho raro!

_ ¿Estás segura?, no lo creo, si fuese así ahora no estarías aquí, te hubiese llevado hasta la cúpula desde el primer momento, te recuerdo que fue él quien se presentó voluntario para esta misión, además lo has manejado a tu antojo, nadie ¡jamás! lo habría hecho, él no lo permitiría.

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