Qué eres tú? Completa

capítulo LXXV y último (75)

Empezó a revolverme el cabello como si fuese una niña pequeña.

_ Está bien, basta, trato hecho.

Se puso serio y sus ojos dejaron de observarme fijando la vista hacia el arroyo.

_ Mi hermano Jacobo era solo tres años mayor que yo, nos llevábamos muy bien éramos como uña y carne y nos divertíamos mucho juntos, cuando nos enteramos de la gran guerra intentó convencerme de que no participase, que era muy joven pero yo no pensaba dejarlo solo a él y a mis padres. Así que cuando supo que no me convencería  practicamos juntos, me enseñó todo lo que sabía y yo le enseñé algunos truquillos, una noche después de divertirnos y beber algunas copas de más nos hicimos esto.

Se sacó su camiseta blanca y dejó al descubierto su pecho y sus músculos, se notaba que pasaba horas haciendo ejercicio, en el brazo derecho  tenía grabadas unas letras, siempre contigo.

_ Él también llevaba grabado la misma frase, cuando llegó la hora de luchar un nefilim se echó encima de mí, intentó clavarme su cuchillo pero Jacobo fue rápido y le arrancó un brazo luego yo acabé con él, escuché un aullido, un nefilim le había clavado a Jacobo un Kunai en el pecho para luego romperle la columna vertebral, yo no pude protegerlo y él murió por mi culpa, por proteger mi vida descuidó la suya.

Mis manos tocaron su brazo, estaba tenso y sus puños los tenía cerrados conteniendo toda la rabia y el dolor en su interior.

_ Lo siento,  lamento lo que le ocurrió a tu hermano pero no ha sido culpa tuya.

_ ¡Claro que ha sido mi culpa!, después de que estallaras, bueno brillaras e hicieses toda esa mierda empezaron a desplegarse, busqué entre los muertos al nefilim que había matado a mi hermano pero no lo encontré, jamás olvidaré su cara, solo su muerte hará que desaparezca su rostro de mis pesadillas.

_ Tus padres han perdido a un hijo, no quieras que lloren por otro, tienes que dejarlo pasar.

_ ¡Ni lo sueñes!, algún día lo encontraré y entonces vengaré la muerte de mi hermano, solo así estaré en paz.

_ ¿Es que no piensas en tus padres o en tu hermana pequeña?

_ Claro que lo pienso, si no fuese así hace mucho que hubiese dejado la manada.

_ ¿No estarás hablando en serio?

_ Ya hemos hablado bastante de mí, ahora te toca a ti, ¿qué rollo te traes con esos dos?, algo debió pasar con esos para que estén peleándose a muerte por ti.

_ Es algo complicado.

_ ¿Complicado?, yo diría más bien morboso, un vampiro y un custodio, buafff.

_ No pienso hablar contigo.

_ Perdona, solo quiero saber si lo que se dice por ahí es cierto.

_ ¿Y qué dicen?

_ Que antes eras novia del vampiro y que el custodio se la birló y por eso acabaron a hostias, ¿es cierto?, no me digas que no es divertido, un custodio y un vampiro peleándose por la misma chica, ¡eres genial!, te lo digo en serio elegida, aunque hay quien dice que  quien salió mal parado fue el vampiro,  que llevó de lo lindo.

_ Me voy, te dije que no me llamases así.

Me levanté y empecé a caminar algo enfadada por sus palabras, Jared corrió hacía a mí y me agarró por el brazo haciéndome girar todo el cuerpo, casi me caigo así que tuve que apoyar mis brazos en su pecho. Jared con su mano hizo que levantase mi cara para que le mirase directamente a sus ojos, luego me habló casi en susurros.