capítulo XXV (25)

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_ No importa es igual y basta de interrumpirme, ¿quieres saber el resto de la historia o no?, esperamos tu muerte durante minutos pero no ocurrió nada, tú seguías luchando por tu vida, Esteban improvisó allí mismo un quirófano y empezó a hacerte una transfusión de sangre. No teníamos mucho tiempo para verte convertida en algo, tal vez mi virus no te matase y acabaras convertida en un licántropo o la sangre de Diego había sido suficiente para convertirte en vampiro, no sabíamos lo que iba a ocurrir contigo y empezamos a administrarte sangre humana, la suficiente para que le ganase la pelea a la vampírica o al virus licántropo. Durante horas esperamos que se produjese un cambio o transformación pero nada ocurrió, te había limpiado las heridas y enyesado las partes del cuerpo que tenías fracturadas, luego Esteban se llevó parte de tu sangre para analizar, por la noche regresó con las pruebas, en tu interior había dos tipos de sangre, la humana y la vampírica y luego estaba el virus de la licantropía, no se habían desarrollado pero ahí estaban esperando igual que nosotros. Durante los tres días siguientes te hizo un montón de pruebas y tus heridas se curaban como las de un humano, lentamente. Le enviaron tu historial y descubrió que tu APTT estaba por encima de los 47 segundos y tenías anticoagulantes lúpicos desde siempre y después de varios análisis su suposición es que esos anticoagulantes eran los causantes de paralizar la sangre vampírica y el virus.

_ ¿Y entonces que soy ahora?

_ Sigues siendo humana, solo que ahora tienes dos compañeros de habitación.

_ ¿Y si alguno de ellos se quiere quedar con mi habitación, si se adueña de mi cuerpo?

_ Entonces estaremos ahí para ayudarte pero yo no me preocuparía, creo que simplemente son unos invitados un poco molestos pero nada más.

_ ¿Qué pasará cuando necesite ir al médico o hacer un análisis de sangre, que van a encontrar?

_ Siempre podrás ponerte en contacto con Esteban, él te dirá a que médico acudir, además si acudes a un hospital para hacerte un análisis, operación o cualquier otra cosa lo sabremos y podremos ayudarte.

_ ¿Y si sufro un accidente y pierdo la memoria o simplemente no puedo hablar y no saben quién soy, que pasaría entonces si descubren a mis invitados?

_ Que tú y todos nosotros tendríamos un problema.

_ Fantástico, así que ahora soy una humanolicántropovampiro.

_ Creo que no existe nadie así, simplemente eres una híbrida.

_ Espero que no te moleste pero no quiero ser un licántropo.

_ Tú te lo pierdes.

_ ¡Oye, una cosa!, tú me dijiste que la sangre vampírica acaba con vuestro virus, ahora Diego no se opondrá a que yo sea un vampiro, ahora podemos convencerlo, no creo que quiera verme convertida en un perro.

_ Llegas tarde, nena.

_ ¿Qué quieres decir?

_ Que no es asunto mío contártelo, tendrás que hablar con él.

_ Vale, ¿y dónde está?

_ Se ha ido.

_ ¿Cómo, por qué?

_ Porque yo se lo he pedido.

_ ¿Pero a ti quién te ha dado permiso para meterte en nuestra vida?

_ Cuando sepas la verdad no lo defenderás así.

_ ¿Me vas a decir de una vez de que verdad estás hablando, que pasa con Diego?

_ Hola, ¿interrumpimos algo?

Marta y los demás entraron en la habitación, mis padres habían llegado y estaban en el aparcamiento del hospital, esperaba que la mentira no se me cayese encima, si se llegasen a enterar de que les había mentido estaría castigada por el resto de mis días. Mi hermano fue el primero en abrazarme seguido de mis padres, cuando vieron mis vendajes y la pierna escayolada se llevaron un buen susto, menos mal que Diego no estaba aquí para que le echaran la bronca. Hablaron con Akos y luego con mis amigos, después entró el doctor, quería hablar con mis padres y salieron los tres de la habitación, busqué a Akos con la mirada pero ya se había ido. Marta y los demás también se iban ahora que mis padres estaban conmigo, les volví a pedir perdón por fastidiarles los últimos días. Hugo regresaba a Madrid y Roberto a casa, mis amigas viajarían con él y luego cogerían un tren en la estación más próxima, después de despedirse de mis padres, mis amigos se fueron. El médico me dijo que si no había ninguna complicación en dos días estaría en casa, eso sí, durante al menos tres semanas necesitaría de reposo absoluto, cuando me sacasen el vendaje del brazo podría moverme con muletas hasta que mis heridas cicatrizasen y las vértebras acabaran de curarse. Salieron todos para que él pudiese verme las heridas, no era tan alto ni tan fuerte como Akos, era menos musculoso y de aspecto más agradable, menos fiero, tenía el pelo castaño y corto y los ojos del mismo color.

Qué eres tú?  Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora