capítulo LXIV (64)

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Me abrazó y nos besamos, ¡casi había olvidado sus besos!, mi sangre empezó a subirse a mi cerebro y por poco me desmayo, Diego tuvo que sujetarme para no caer.

_ Yo no quería que sucediese esto, no quería que pasase, lo he intentado te juro que lo intenté, pero te habías ido y Akos también, me sentía perdida, asustada, olvidada... y aparecieron ellos y me salvaron, yo no quería... ¡pero todo ha sucedido tan rápido!, no sé cómo ha pasado pero ya no hay vuelta atrás.

_ ¿Lo amas?

_ Creo que sí, ¡pero a ti también te amo!, he intentado olvidarte pero no he podido, no puedo.

_ Supongo que Akos tiene razón.

_ ¿Razón en qué?

_ Que tal vez nos ames a los dos con la misma intensidad aunque seamos muy diferentes, yo te amaba y tú a mí pero yo te abandoné y eso hizo que se abriese una brecha en nuestro amor y entonces llegó él y ocupó ese espacio que se hizo cada vez mayor pero no puedes tenernos a los dos, lo sabes ¿verdad?, es imposible, al final tendrás que elegir a uno de nosotros.

_ ¿Y si no puedo?

_ Tendrás que hacerlo Beca, hemos hecho un pacto, nada de peleas hasta que todo esto acabe, no queremos que te tires de nuevo por un acantilado o que cometas cualquier otra locura pero él y yo somos enemigos y lo vamos a ser siempre, no puedes tenernos a los dos, tendrás que elegir.

_ Se supone que yo soy la elegida y que el libro me guiará en mi camino, ¿pero y si no me gusta ese camino?, yo no quiero que luchéis entre vosotros pero parece ser que debo elegir un bando, y ahí está el problema. Luca y Maya, ellos se han portado bien conmigo y aquí me tratan bien, incluso me ayudaron a rescatarte, ellos no han intentado matarme en cambio los tuyos...

_ ¿Qué quieres decir Beca?

_ Yo no, que tal debas pensar en quiénes son tus amigos, tu clan ha intentado matarte, te han torturado...

_ ¿Me estás diciendo que debería pasarme al lado de los custodios?, no te equivoques, al contrario que tú sé quiénes son mis enemigos, tal vez tenga algunos dentro de mi clan, ¿y quién no los tiene?, pero sé muy bien cuál es mi lugar y donde están mis amigos y también mis enemigos. ¿Así que ya as elegido bando?, parece que te han convencido fácilmente. ¿quién ha sido, ese custodio o los otros?, ¿y qué pasa con Akos?, ¿también vas a luchar contra él?

_ ¡Ya te he dicho que no voy a luchar en ningún bando!

_¿Entonces qué harás, ver cómo nos matamos los unos a los otros y esperar a que alguien quede en pie?, tal vez tengas suerte y no tengas que decidir tú con quien te quedas, puede que el destino lo haga por ti.

_ ¡ Eso es muy injusto!

Salí de aquella habitación con la esperanza de que Diego me detuviese y me abrazase y me hiciese olvidar todas aquellas palabras pero no lo hizo, me dejó marchar. Salí de aquella casa nuevamente con lágrimas en los ojos, estaba cansada de llorar pero no podía evitarlo, eché a andar rápidamente hacia el que era mi alojamiento pero me paré en seco cuando vi a Luca hablando con uno de su misma especie. Me miró y yo le miré un segundo, de inmediato supo que había sucedido algo y echó a andar hacía mí, me giré y caminé en dirección contraria, quería estar lo más lejos posible de él, de todos. Me adentré en uno de aquellos hermosos jardines, tal vez las gigantescas flores me ocultasen de él, aunque parecía poco probable, ni siquiera tuve tiempo de esconderme, me alcanzó apenas había cruzado el arco de la entrada, me agarró de la mano, me miró y luego me abrazó dulcemente.

_ Eh, ¿ qué ha pasado?

_ No, no puedo hablar.

_ Tranquila.

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