Capítulo 17.

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Pov Windie.

Cerré la puerta de un portazo. Después de eso me fui a los papeles que estaban en el suelo y los miré durante un rato, observé a mi alrededor sin saber que hacer y en ese momento mi mirada fue hacia una caja de la mudanza, me levanto del suelo donde estaba sentada y me dirijo hacia ella. Cuando ya estoy al lado de la caja me vuelvo a sentar en el suelo y miro en su interior. Allí dentro me encuentro que está llena de álbumes de fotos.

Cogí uno al hazar con las manos y lo abrí. En la primera foto estaba con mis compañeros de primaria en la graduación, estábamos todos con unas sonrisas de oreja a oreja felices de acabar primaria sin saber que algunos probablemente no nos volviéramos a ver nunca más.
En la segunda imagen estábamos unos compañeros de clase, otra vez de primaria, en el museo sonriendo mientras que el grupo y los profesores explicaban cosas del museo un poco alejados de donde nos encontrábamos nosotros.
En la tercera imagen estábamos en un autobús que nos llevaba a una excursión y aparecía yo tumbada en el asiento del autobús porque estaba roto y no se podía arreglar, y detrás de mí, aparecía Adam colándose por en medio de los dos asientos, porque habíamos ido dos cursos (Adam en la universidad decidió repetir, o al menos eso es lo que él dice) y él se puso detrás de mí y mi compañera.
En la cuarta estaba Yi han durmiendo en el mismo autobús, también se veía a Eva y a María hablar entre ellas unos asientos más alante.
En la quinta era otra foto de grupo donde...

De repente escucho un golpe en la puerta de mi habitación.

- Wiiindiiiiieee - dice una voz desde fuera e identifiqué la voz como la de Adam - Abre.

- No - le respondo desde el suelo.

- Abreme - me exije.

- Ya te he dicho qué no - le digo.

- Necesito hablar contigo.

- ¿De qué? - le pregunto levantándome del suelo y dirigiéndome a la puerta.

- De las palabras que te dije en el vestuario.

- Si es por eso entonces no te abro.

- No, no... También quiero hablar de... - empieza a hablar intentando encontrar las palabras - De porqué cambié.

- ¿En serio? - le pregunto incrédula,pña porque creía que ese secreto se lo llevaría a la tumba.

- Sí, en serio - me dice.
Le abrí la puerta y le dejé entrar en mi habitación.

- ¿Qué estaaaaabaaas haciendo? - me pregunta Adam en cuanto cruza el umbral arrastrando las palabras.

- Mirando álbumes de fotos - le respondo mirando como dirigia su mirada hacia el sitio donde están las hojas repartidas y rotas en el suelo.

- ¿Quien ha hecho eso? - me dice apuntando a aquella dirección.

- Un tio demasiado borracho para que recuerde que lo ha hecho él, además tiene la nariz rota - le digo sonriendo - ¿Cuantos chupitos te has tomado?

- Buuuuuuffff... - me dice poniendo los ojos en blanco y suspirando - unos 30.

- No me extraña que estés tan pedo Adam - me río en su cara.

- Ya, bueno, intenta hacerlo tú a ver... - se interrumpe para tirarse un eructo - como acabas.

- Mejor que tú seguro, marrano - le contestó riéndome.

Pov Adam.

Cuando cerró la puerta, me apoyé en la pared al lado de la esta porque de repente me estaba mareando. Después, dejé pasar los minutos pensando, pensando, pensando... En realidad era lo único que hacía: pensar.

Llamé a la puerta esperando un "vete a la mierda Adam" o un "déjame en paz pesao" o un "llamaré a la policía como no me dejes descansar tranquila, te lo advierto". Me sorprendí ante su simple respuesta cuando le dije que me abriese la puerta: "No".

Y ahora estoy aquí dispuesto a pedirle disculpas por las palabras que le dije el hace tan solo un par de horas, y evidentemente teniendo que contarle porque cambie mi actitud hacia ella.

- Bueno, cuenta - me dice sentándose en el suelo al lado de la caja llena de álbumes de fotos.

- ¿Que cuente qué? - le pregunté despistado.

- No sé, a lo mejor, lo de porque cambiaste conmigo - me responde con sarcasmo.

- Aaaa... Eso - digo yo cayendo en la cuenta.

- Raúl, ayúdame por favor ¿qué hago ahora? - le pregunto a mi conciencia, sí soy un cobarde lo admito.

- No lo sé sabrás, has sido tú que el que nos ha metido en este lío.

- A vale, muchas gracias por tu ayuda - ahora soy yo el que utiliza el sarcasmo.

- De nada - me dice antes de "desaparecer".

- Ummmm... - empiezo a hablar y me siento a su lado para explicar la historia.

- Estoy esperando - me mira.

- Sí, sí, ya voy impaciente - le digo - bueno, pues cambié porque... Porque...

- Porque... ¿qué?.

- Pues porqué me quitaste mi juguete favorito, ya está ya lo he dicho - le digo evitando su mirada que me miraba incrédula.

- ¿Solo por eso? - yo asiento - ¿Por un puñetero juguete? - se enfada conmigo, mientras yo vuelvo a asentir.

- Eres un imbecil Adam de verdad por no decir otra cosa - me dice señalandome con el dedo y levantándose del suelo.

- No, yo no soy un imbecil... Soy... Soy un.... - intento defenderme pero no encuentro las palabras exactasbpara describirme.

- Eres... Eres... Dime Adam ¿qué eres? - me mira desde arriba más enfadada que antes.

- Soy un gilipollas vale ¿contenta? - le digo levantándome también enfadado, esta chica me contagia sus sentimientos no lo entiendo.

- Raúl, necesito tu ayuda, rescatame, ayuda, socorro, voy a morir - le suplico su ayuda a mi conciencia.

- Ay, no, no, no eh, a mi no me metas en tus rollos, y ni se te ocurra por un momento morirte, porque por si se te había olvidad si te mueres tú me muero yo, y soy muy joven para morir o sea que piensa en algo para que esta loca chiflada no nos mate - me dice.

- Pues menuda ayuda de mierda que me das hijo mío no lo entiendo ¿por qué le pido ayuda a Raúl? si hace de todo, menos lo que necesito: ayuda - me pregunto más bien para mi que para él.

- No, no estoy contenta, vamos es que ni para asomo lo estoy fíjate tú por donde - me dice gritando y mirándome.

- Va a ser una charla muy larga creo yo.

- Sí, yo también lo creo, pero recuerda, que no se te olvide, intenta por todos tus medios... Que Windie no nos asesine - me contesta Raúl desde mi cabeza mientras yo suspiro.

- Lo intentaré pero no te prometo nada - le digo antes de despedirme de él.

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LA FRATERNIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora