Capítulo 34.

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Pov Windie.

Salgo de casa y conecto los auriculares con mi móvil, me los pongo en las orejas y empiezo a caminar por el campus al ritmo de la música.

Voy por el pasillo cantando en susurros la canción Timber de Pitbull, me detengo en una cafetera a coger café ya que había salido de casa sin desayunar y tras coger mi ya preparado café con leche (nunca hay café moca, para mi desgracia) y con leche templada entro en clase. El profesor todavía no ha llegado y todos mis compañeros están desperdigados por toda la clase hablando con los demás.

- Hola - me quito los auriculares y saludo con una sonrisa a Celeste, una compañera de pelo oscuro y ojos negros.

- Hola ¿qué tal? - pregunta al igual que yo con una sonrisa.

- Bien, bien, aunque un poco de descanso no me vendría mal la verdad - me río.

- Sí, yo me voy durmiendo por ahí - nos reímos - ¿con quien pasarás la navidad?

- La nochebuena la pasaré con mis amigos de la fraternidad y para la nochevieja no tengo ningún pl... - me corta a mitad de la frase.

- ¿Y tu familia? ¿No pasarás la navidad con ellos? - me observa curiosa.

- No tengo familia, mis padres murieron en un accidente y después de aquello la familia de mis padres no quiso saber nada más de mi - me encogo de hombros con indiferencia negando con la cabeza ante los recuerdos.

- Ah... Lo siento - responde consternada.

- No, no pasa nada tranquila, son cosas que pasan... ¿Y tú? ¿Con quién pasarás las navidades?

- Las pasaré con mi familia ¿sabes? Estoy ansiosa por conocer a mi nueva sobrina, nació hace poco y no he tenido tiempo de visitarla, toda la familia esta contenta por su llegada sobre todo mi hermano y su mujer - su rostro se ilumina al decirme aquellas palabras, le sonreí.

- Felicitales de mi parte - dije al ver cómo Adam entraba en clase seguidamente del profesor y cerraba la puerta del aula.

- Eso haré, gracias - me dirijo a mi sitio y me siento en la silla sacando de la mochila el material necesario para la clase.

Mis ojos y los de Adam se cruzan, pero las desviamos al escuchar al profesor decir:

- Quiero que copien esto en sus cuadernos... - y empezamos a copiar sus palabras en nuestros cuadernos.

***

El bullicio de la cafetería se escuchaba a un kilómetro de distancia. Entro en ella, espero en la cola con la bandeja azul en mis manos y pido una ensalada, agua y una manzana. Hoy no tengo mucha hambre. Me siento con las demás chicas en nuestra mesa habitual y empezamos a hablar de cualquier tema. Yo no les presto atención porque estoy mirando las notificaciones en el móvil, hasta que empiezan a hablar de un tema que me llama la atención totalmente.

- Hoy tenemos que comprar el árbol de navidad - comenta Tamara.

- Sí es verdad, tienes razón porque como sigamos a este paso no nos va a dar tiempo - asiente con la cabeza Eva, llevándose a la boca una patata.

- Pero ¿hoy no tenemos entrenamiento con los chicos? - pregunto confundida a las chicas.

- Ooooo... - la boca de María forma una gran O tan grande como la luna - es verdad, se me había olvidado.

- Da igual por un día que no entrenemos no pasa nada ¿no? - se encoge de hombros Dikra.

- De eso nada monada - escuchamos una voz que proviene de nuestras espaldas.

LA FRATERNIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora