LA FRATERNIDAD.

Capítulo 59.

Pov Windie.

- ¿Lo llevamos todo? - asentimos sentándonos en los asientos del avión.

- Sí, Patrick - Adri a su lado le da una palmada en la espalda, despreocupado - relájate, ¿de acuerdo?

- De acuerdo - asiente.

Cada uno busca sus asientos, guarda su maleta de mano en los compartimentos del avión o... ¿Que demonios hace Yi han bailando al compás de la flauta de su hermana? Creo que la azafata les va a echar del avión y voy a tener que intervenir para que no las dejen tiradas en mitad del cielo... Literalmente.

- ¿A dónde vas, Adam? - miro al chico ante la pregunta de su hermana - ¿No te vas a quedar aquí con nosotros?

- No, - niega, sorprendiéndonos a todos - me voy a primera clase, no quiero que me muerdan - al pronunciar la última palabra me mira a mi, para luego encaminarse a la zona rica del avión.

- Ten cuidado - le aviso - no vaya a ser que te juntes con la clase media y pilles la peste negra.

Sonrio falsamente en su dirección, pero me ignora.

Al ver que no se gira para mirarme, sino que continúa su camino, me acomodo en mi asiento. Y me vuelvo a preguntar quién será mi acompañante, si Adam no está. No quiero que sea ni muy hablador, ni muy callado, pero tampoco quiero que sea ni muy inquieto, ni muy inmóvil.

Recibo un mensaje  en el móvil, sacándome de mis turbios pensamientos.

Señora Gibbs (Jefa): Windie, tengo que hablar contigo, es algo serio.

Rápidamente tecleo en el teléfono.

Yo: ¿Ha pasado algo?

Señora Gibbs (Jefa): ¿Puedes venir esta tarde?

Yo: Sí, ahora estoy en el avión, pero dígame la hora y estaré allí sin falta.

Señora Gibbs (Jefa): A las 19:30.

Yo: Ok, allí estaré.

Al no recibir respuesta salgo del chat y miro por la ventana del avión, preocupada. ¿Por qué querrá hablar conmigo? ¿Le ha pasado algo a la tienda? ¿O a mi jefa? Bueno, la tercera pregunta no me interesa ni me preocupa mucho... Se puede decir que nuestra relación es jefa-empleada, todo muy formal, no nos llevamos muy bien, la verdad. Y ni siquiera es mi jefa, solo es la supervisora de la tienda... Mis jefes, técnicamente, son los de la empresa, pero a la señora Gibbs le gusta que le llamemos "jefa".

- Queridos pasajeros, - la voz de la azafata sale por los altavoces, sobresaltandome por estar en mi propio mundo - les pedimos que por favor se abrochen el cinturón de seguridad, despegaremos en breve... Gracias por elegir nuestra agencia para volar, ahora mi compañera les irá comentando las medidas de seguridad en caso de emergencia.

Presto atención de nuevo a las instrucciones. Mejor prevenir que curar.

- Mira, cariño - una señora con un niño señala el asiento al lado mío - este es tu asiento.

- ¿No me voy a sentar contigo, mami? - ella niega y se arrodilla para estar a la altura de su hijo.

- No, cariño - le sonríe dulcemente mientras le peina el pelo hacia atrás - pero no te preocupes, si necesitas algo yo voy a estar en aquel asiento - señala con su dedo a una fila - o puedes hablar con tu compañera, no le importará, ¿verdad?

Me mira y muevo la cabeza, negando.

- Para nada. - doy unos golpecitos al asiento de al lado - Venga, nos lo vamos a pasar muy bien.