Capítulo 38.

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Pov Windie.

Tengo el impulso de ir y subir las escaleras para llegar a su habitación y preguntarle el porqué de esta rara y extraña situación. ¿Qué le pasa? Empiezo a pensar en ello hasta que escucho a Jhon dirigirme la palabra.

- ¿Que tal los espaguetis? - no deja de mirar  a la pantalla del móvil, menudo imb... - ¿Están buenos, verdad?

Levanta la mirada y me dirige una sonrisa pícara.

- Sí, no cocinas mal ¿quién te enseñó? - bebo agua.

- Mi tía - asiento con la cabeza ante la información.

- Te enseñó bien - y en ese mismo momento se acabó la maravillosa y entretenida conversación.

Un par de minutos después, Jhon se levanta de la mesa arremángandose las mangas de su camiseta.

- Bueno, me ha encantado la cena y la conversación que hemos tenido, pero tengo que irme - miro de reojo la hora en mi móvil, las diez y media.

- Claro, se está haciendo tarde - me levanto yo también de mi asiento.

- Espero poder repetirlo algún día - me sonríe.

- Sí, y... Yo tamb... También espero poder... Repetirlo algún día - tratamudeo y miento a la vez, se acerca a mi me da dos besos en las mejillas a modo de despedida, coje sus cosas y se va sin más.

- ¿Vale? - murmuro sin entender nada de lo que ha pasado. Acaba de salir de casa sin recoger ni si quiera sus platos, menudo desagradecido.

Empiezo a recoger las cosas en silencio hacia la cocina suspirando. Menuda cena. Una mierda. Y el tío es un auténtico cabrón. Lastima que no me diera cuenta antes de eso.

Recojo los platos, los cubiertos, lo vasos y limpio la mesa con un trapo mientras pienso en todo lo que me ha sucedido hoy. Lavo los platos en silencio no son muchas cosas y lo lavo todo rápidamente en la pila, los guardo junto a las demás cosas.

No sé en qué pensé al decirle a Jhon que me esperase hoy en casa, ni tampoco al darle las llaves. Me estoy volviendo loca ¿necesitaré ir a un psiquiátrico? Espero que no. Esta tarde hablé con Jhon por mensaje y le dije que si quería podíamos cenar en la fraternidad y él me dijo que no tenía ningún problema y que cocinaria él.

Al ser tan pronto decido hacerme unas palomitas en el microondas, coger una manta, echarme en el sofá, ponerme una película de comedia y disfrutar del tiempo a solas. Pero desgraciadamente sin poder evitarlo, me quedo dormida.

***

Me despierta el sonido de mi alarma del móvil, miro a mi alrededor. Me encuentro en mi cuarto. Anoche creí que me dormí en el sofá, esta tarde pediré cita en el psiquiátrico es oficial, estoy majara.

Me levanto y me visto con una camiseta azul oscura y unos vaqueros color gris oscuro. Hoy no me pienso duchar, ya lo haré por la tarde.

Bajo las escaleras hacia la cocina.

- Buenos días - bostezo y me tapo la boca con la mano.

- Buenos días - responden los pocos que se encuentran allí hablando entre ellos.

Me preparo para desayunar unas tostadas y un café moca. Cuando ya tengo el café y las tostadas listas cogo la mantequilla y un cuchillo para untar poniéndolo todo en un plato pequeño.

Me siento al lado de Eva en el sofá y la saludo con una sonrisa.

- Hola - su voz suena ronca y adormilada - Aaa... Windie ¿qué te tenía que decir yo?

LA FRATERNIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora