Capítulo 21.

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Pov Windie.

Necesito agua. Ese es el pensamiento que se me pasa directamente al cerebro. Necesito agua. Me pasó la lengua por mis labios resecos pero en vez de mojarmelos hago lo contrario, los seco un poco más, porque también está seca.

Al final salgo de mi cama enfadada conmigo misma por no haber pensado siquiera en ponerme una botella pequeña de agua por si echo en falta el agua, como esta pasando ahora. Me pongo mis zapatillas de andar por casa y salgo de mi habitación dirigiéndome hacia las escaleras para bajar al último piso. Mientras voy bajando las escaleras   me restriega el rostro con las manos que están frías para espabilarme un poco.

Cuando llego al último piso me dirijo hacia las cocinas y abro la nevera, cojo la botella de agua me quito el tapón  y le doy un sorbo.

- Esto es la gloria - digo en un susurro.

- Sí verdad ¿tenías sed y no podías dormir? - doy un brinco al escuchar una voz porque creía que aquí no había nadie.

- Sí, y tú ¿por qué estás aquí? - le pregunto guardando la botella de agua en la nevera dirigiéndome a la gran isla que hay en medio de la cocina al estilo americano.

- Tengo varias contracturas entre ellas tengo una en cada hombro, y a parte me pasó como a ti: tenía sed.

Ahora que estoy sentada  frente a Adam lo puedo ver con más exactitud. Su pelo negro como el azabache está ligeramente alborotado (como esta la mayoría del tiempo) y sus ojos verdes tienen un ligero brillo de cansancio y algo más que no puedo descifrar.

- ¿Te duele mucho? - le pregunto con voz preocupada, ¿por qué narices estoy preocupada?

- Bastante - dice sorprendido él también por mi tono de voz.

- Si quieres te puedo dar un masaje - le contesto mirándolo a los ojos.

- ¿Y así poder matarme lentamente? No gracias - hace un gesto con la mano, me río ante lo que me acaba de decir provocando que a él se le formase una pequeña sonrisa.

- No, en serio, según ciertas personas hago los masajes muy bien - le insisto pesadamente.

- Esta bien... Pero solo porque sé que tú no pararás hasta que acceda - me dice. Yo me levanto de la silla donde estaba hace unos segundos y me coloco detrás de él.

Pongo las manos en sus hombros y empiezo a moverlas haciendo círculos, pausadamente. Noto como Adam se tensa ante mi contacto algo que me parece extraño en su comportamiento.

- Si quieres te digo la típica frase en estados casos - rompo el silencio mientras sigo haciéndole el masaje.

- ¿Que típica frase? - pregunta girando un poco el cuello.

- "Estas muy tenso " - le digo riendo y él sonríe.

- Ufffff... - suelta un suspiro - si que lo haces bien... - me dice mientras hecha el cuello hacia atrás.

- ¿Que te había dicho? - bajo mis manos hacia su espalda y también empiezo a masajearla.

- Oye... Mañana hay una fiesta en la Fraternidad Los Sabiondos ¿vendreis las chicas y tú? - la fraternidad los sabiondos, es una fraternidad que solo cogen a chicos y chicas inteligentes, aunque hacen muchas fiestas 2 o 3 al mes.

- Creo yo que Sí que voy a ir, pero las demás no lo sé- respondo subiendo poco a poco las manos por la espalda.

- ¿Por que?... Aaaa... Ya, ya lo sé... Por lo de Liam y Dikra y todo eso ¿no? - pregunta.

- Sí, oye ¿tú sabes algo de lo que les pasa? - le pregunto, estos dos desde ante ayer por la mañana estaban peleados. Yo soy la típica amiga que no se entera de nada cuando unos se enfadan con otros.

LA FRATERNIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora