Capitulo 60.

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Se frió un huevo para ella, se hizo una tostada y llevó su plato a la mesa.

Esperó a que la niña hubiera acabado antes de comenzar a hablar.

—Tengo treinta años. ¿Cuántos años tienes tú?

—Once.

—Eres muy joven para andar sola por el mundo.

Riley dejó la cuchara en el tazón.

—Estoy buscando a... alguien. Una especie de familiar. No... no un hermano ni nada así —añadió rápidamente-—. Algo como un primo. Creí... que podría estar aquí.

En ese momento, se abrió la puerta trasera y se oyó el tintineo de unas pulseras.

April apareció al instante.

—Tenemos compañía —dijo Blue—. La encontré dormida en el porche. Te presento a mi amiga Riley.

April giró la cabeza y un aro plateado asomó entre su pelo.

—¿En el porche?

Blue dejó la tostada.

—Esta buscando a un familiar.

—Los carpinteros llegarán pronto. —April le dedicó a Riley una sonrisa—. ¿O tu pariente es uno de los pintores?

—Mi... mi pariente no trabaja aquí—balbuceó Riley—. Se... se supone que vive aquí.

La rodilla de Blue chocó ruidosamente contra la pata de la mesa.

La sonrisa de April desapareció.

—¿Que vive aquí?

La chica asintió con la cabeza.

—¿Riley? —April se agarró al borde de la mesa—. ¿Cómo te apellidas?

Riley inclinó la cabeza sobre el tazón de cereales.

—No quiero decírtelo.

April palideció.

—Eres la hija de Jack, ¿verdad? La hija de Jack y Marli.

Blue casi se atragantó.

Una cosa era sospechar el parentesco entre Justin y Jack Patriot, y otra confirmarlo.

Riley era hija de Jack Patriot, y a pesar de su torpe intento por ocultarlo, el familiar que estaba buscando sólo podía ser Justin.

Riley se apartó un mechón de pelo de la cara mientras seguía mirando el tazón.

—¿Me conoces?

—Yo..., sí—dijo April—. ¿Cómo has llegado hasta aquí? Vives en Nashville.

—Estoy de paso. Con una amiga de mi madre. Tiene treinta años.

April no señaló la obviedad de la mentira.

—Siento lo de tu madre. ¿Tu padre sabe dónde estás? —El semblante de April se endureció—. Por supuesto que no lo sabe. No tiene ni idea, ¿verdad?

—La mayor parte del tiempo no sabe por dónde ando. Pero es muy simpático.

—Simpático... —April se frotó la frente—. ¿Y quién se encarga de ti?

—Tengo una au-pair.

April cogió el bloc de notas que había dejado sobre la encimera la noche anterior.

—Dame su número para llamarla.

—No creo que se haya levantado aún.

April cerró los ojos.

—Te aseguro que no le importará que la despierte.

Riley apartó la mirada.

—¿Puedes decirme si mi... mi primo vive aquí? Tengo que encontrarle.

—¿Para qué? —dijo April entre dientes—. ¿Para qué tienes que encontrarlo?

—Porque... —Riley tragó—, porque tengo que hablarle de mí.

April soltó un tembloroso suspiro.

Miró su bloc.

—Eso no va a ser tan fácil como crees.

Riley la miró fijamente.

—¿Sabes dónde está? ¿Lo sabes?

—No. No lo sé —dijo April con rapidez. Miró a Blue, que todavía trataba de asimilar lo que estaba oyendo. Justin no se parecía a Jack Patriot, pero Riley sí.

Tenían el mismo tono aceitunado de piel, el pelo color caoba y la nariz recta.

Esos enigmáticos ojos color miel la habían mirado desde infinidad de portadas de discos.

Juego de Seducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora